Incendios forestales
Juan José Sanz Cid, Investigador Científico Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC)
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Toledo
Pleno mes de junio y la hierba ya se ha agostado. En los campos ya podemos ver las cosechadoras recogiendo el cereal. Después de una primavera muy productiva para las herbáceas, seguro que volveremos a escuchar noticias sobre incendios devastadores en breve. La ONU nos indica que los incendios forestales aumentarán un 30% para mediados de este siglo y un 50% para fin de siglo debido a la crisis climática. Resultan alarmantes estos datos, ya que las zonas forestales son imprescindibles en los ciclos de la producción y distribución del agua.
Pero, ¿por qué se producen los incendios en el medio natural? Con la información disponible podemos decir que más del 80% de los incendios forestales se producen por la acción humana. Esto es debido generalmente a negligencias, imprudencias o accidentes, y también por una clara intencionalidad por diversas razones. Según las estadísticas que maneja el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico las causas principales son la intencionalidad que provocan el 52% de los de los incendios, y las negligencias y los accidentes que provocan el 28% de los mismos. Las causas menos comunes son las naturales, como pueden ser los rayos que solo provocan el 4% de los incendios.
Los incendios tienen ciertos “motores” que contribuyen de forma directa a su origen, propagación y virulencia. La falta de lluvias, temperaturas altas o las rachas de viento fuertes suelen ser los más importantes. Para que se produzca un incendio forestal es necesario que participen cuatro factores: la ignición, el combustible, la sequía y las condiciones meteorológicas apropiadas. Estos cuatro factores interaccionan entre sí y determinan, en gran medida, las dimensiones del incendio. Un reciente estudio publicado por el CSIC explica que los grandes incendios se producen cuando se traspasan simultáneamente tres umbrales: el de la ignición, el de la disponibilidad de combustible y el de la sequía. Así, ante unas condiciones ambientales con vientos secos y altas temperaturas es más probable que se produzca un gran incendio forestal. Ambos factores son mucho más frecuentes actualmente debido al cambio climático.
Ante este escenario que se nos plantea, no está de más recordar tres recomendaciones como parte de la campaña de prevención de los incendios forestales: 1) no arrojar cerillos o cigarros en el medio natural y menos desde un vehículo en marcha, 2) no dejar botellas en el medio natural, ya que el vidrio causa incendios por el “efecto lupa”, y 3) no actuar por cuenta propia para combatir un incendio y llamar inmediatamente al teléfono 112. Nunca está de más recordar estos aspectos y ojalá este verano no sea recordado por los incendios forestales, ¡está en nuestras manos!