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Las lluvias que dieron una tregua a las procesiones de Viernes Santo truncan la recta final de la Semana Santa

Las precipitaciones han vuelto a hacer presencia este fin de semana dejando de nuevo en sus templos a muchas de las cofradías y hermandades que iban a procesionar el sábado o el domingo

Semana Santa en Toledo / Ismael Herrero (EFE)

Semana Santa en Toledo

Toledo

Castilla-La Mancha despide una Semana Santa pasada por agua y en la que la lluvia apenas ha dado tregua a las procesiones, especialmente en Cuenca, donde no se recuerda una Semana Santa con tan pocas procesiones desde el año 2013. El mal tiempo dio un respiro, eso sí, a las procesiones de Viernes Santo permitiendo que hermandades y cofradías pudieran salir a las calles y con ellas miles de cofrades, devotos y visitantes.

En Toledo, procesionaron el Viernes Santo hasta diez pasos, cuatro de ellos en la procesión del Santo Entierro, entre ellas la Virgen de la Caridad que el año pasado no pudo procesionar por falta de costaleros. Ya de madrugada salía también el Cristo de la Buena Muerte en una de las procesiones más austeras y sobrecogedoras de la Semana Santa toledana. También salieron a las calles las procesiones del Entierro de Albacete, con trece tallas, Ciudad Real con cinco imágenes y Guadalajara con nueve.

En Cuenca el tiempo también permitió la salida de su procesión del Santo Entierro, mejorando así el mal sabor de boca que esta Semana Santa está dejando en la capital conquense tras la suspensión de buena parte de sus procesiones, como las Turbas, que en los últimos seis años sólo ha podido salir en dos ocasiones. Miles de nazarenos y visitantes tuvieron un pequeño respiro tras varios días consecutivos de lluvia.

Las precipitaciones, sin embargo, volvían a hace acto de presencia este sábado, frustrando las procesiones del Duelo, en Cuenca, la Soledad en Ciudad Real o las visitas que la Esperanza Macarena o Nuestra Señora del Calvario iban a hacer por la tarde a varias residencias de Albacete. Las lluvias también han obligado a cancelar las procesiones del Domingo de Resurrección. En Hellín ayer se celebraba su última tamborada y en Tobarra los tambores cesarán la medianoche de este domingo tras 104 horas ininterrumpidas.

Los hosteleros, mientras, hacen un balance menos negativo del esperado. A falta de un balance más pormenorizado, la ocupación en los alojamientos rurales de la región ha rondado esta Semana Santa el 90 por ciento y en ciudades como Toledo las reservas de última hora han ayudado a paliar las cancelaciones de principios de semana situando la ocupación media en el 80 por ciento. En Ciudad Real, la ocupación en bares y restaurantes se haya acercado al 100 por cien y las visitas a su oficina de turismo han aumentado un 33 por ciento.

 
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