Se retoma la parcela del Yúfera como ubicación para el centro de convenciones de Cuenca
La parcela, ubicada a la entrada de la ciudad, se descartó el año pasado por la inestabilidad de los terrenos tras el colapso del colector
La parcela donde se quiere levantar el hotel con centro de convenciones está entre las calles Astrana Marín y San Ignacio de Loyola, junto al colegio "Fray Luis de León" / Google Maps
Cuenca
La parcela donde estaba el pabellón Luis Yúfera se perfila de nuevo como la ubicación más probable para el hotel con centro de convenciones que quiere promover la Junta con iniciativa privada. La parcela, ubicada entre las calles San Ignacio de Loyola y Astrana Marín, se encuentra a la entrada de la ciudad por la autovía de Madrid.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, anunció en Congreso Culinaria que quiere retomar el proyecto y adjudicarlo el próximo año, y el alcalde, Darío Dolz, ha confirmado este martes que vuelven a contemplar esa ubicación a la entrada de la ciudad, que fue la primera que se barajó.
Pese a que la avería del colector de Astrana Marín puso de relieve que se trata de unos terrenos de relleno e “inestables”, según afirmó la administración en su momento, Dolz ha explicado que gracias a los trabajos de reparación de ese colector se ha podido hacer un estudio pormenorizado y no existen impedimentos para abordar la obra allí.
Además, el recurso judicial presentado contra el plan X Cuenca ante el Tribunal Supremo, y que no se sabe cuánto va a demorar la posible urbanización de los terrenos de ADIF, ha obligado a descartar la posibilidad de instalarlo en el PERI-9, según ha reconocido el alcalde.
Críticas del PP
Sin embargo, desde el Grupo Municipal Popular consideran que el anuncio de la construcción del Palacio del Congreso es “una más” de las promesas incumplidas por el Gobierno regional, según la presidenta del Grupo, Bea Jiménez.
Ha criticado que cada vez que el presidente Emiliano García Page viene a Cuenca anuncia proyectos que después no se cumplen. Ha afirmado que no se puede marear y engañar a los ciudadanos.