El Greco en Toledo: de su conflicto con la Catedral Primada a sus posibles problemas de visión
¿Llegó sin quererlo a la ciudad? ¿Fue reconocido en su época? ¿Tenía astigmatismo? El profesor, Ángel Monterrubio resuelve las dudas
NaN:NaN:NaN
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1696954554039/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Toledo
La vida del pintor cretense, Doménikos Theotokópoulos está íntimamente relacionada con Toledo, no se puede entender la obra de El Greco sin su llegada a la ciudad de "las tres culturas" donde pasó la mayor parte de su vida.
En el programa 'El viaje empieza aquí' hemos repasado la historia del artista con el profesor de Historia de la UCLM, Ángel Monterrubio. Una historia que no está del todo clara hasta su llegada, precisamente, a Toledo, de hecho, hay dos hipótesis tras sus estancias de formación en Venecia y Roma. La primera está relacionada con su deseo de deseo de trabajar en las obras de El Escorial. Estos trabajos están en su apogeo en 1575 y muchos artistas que están en Italia son "fichados" para sus trabajos.
La segunda de las teorías que nos explica el profesor Monterrubio, es que El Greco llegase directamente de Roma a Toledo convencido por el Deán de la catedral de Toledo, Diego de Castilla, cofundador de la nueva iglesia de Santo Domingo el Antiguo.
En realidad, la primera y más antigua noticia de su estancia en España consiste en la firma en agosto de 1577 en Toledo, del contrato de las pinturas de los tres retablos de Santo Domingo el Antiguo, que será su primer encargo en la ciudad. Convento donde podemos ver en la actualidad tres de aquellas obras: San Juan Evangelista San Juan Bautista y la Resurrección de Cristo. Precisamente en la iglesia de este convento es donde va a recibir sepultura cuando muere aunque, después, los restos fueron trasladados a la iglesia de San Torcuato que fue demolida en el siglo XIX.
El profesor añade que si se sabe que por encargo de Felipe II, pintó El Greco para la iglesia de El Escorial un lienzo de grandes dimensiones, representando el Martirio de San Mauricio y sus soldados. “Los alardes de originalidad estrambótica” dicen lo críticos del momento, no gustaron al rey y la pintura no fue colocada en el altar para el que había sido propuesta. La entrega oficial del lienzo tuvo lugar en 1584.
Tras no poder acoplarse como pintor de corte de Felipe II, el pintor cretense decide establecerse en Toledo donde e asienta de manera definitiva en 1583 y aparece ya censado como vecino de la ciudad en 1589. Desde entonces y hasta su muerte el 7 de abril de 1614, vive en Toledo.
Pero sin duda, uno de los episodios más curiosos de la historia de El Greco en Toledo fue su sonado pleito con la Catedral Primada por el cuadro del Expolio. los peritos de la Catedral lo tasaron en 227 ducados y él pedía 900. La tasación de este lienzo motivó un juicio arbitral seguido entre el Cabildo y el pintor, que tenían opinión diversa sobre el precio de tal obra. La discordia fue resuelta por un tercer perito, Alejo de Montoya. Al final recibió 350 ducados.
Quizás, fruto de su originalidad incomprendida en la época, el momento de mayor repercusión de la obra de El Greco llego muchos años después, en el siglo XIX de la mano de los románticos y los vanguardistas que ponen en valor obras como 'El entierro del Conde de Orgaz' que se puede visitar en la parroquia de Santo Tomé de Toledo. Eso sí, su la verdadera fama comenzó a principios del siglo XX con los primeros reconocimientos de organismos europeos y americanos, así como de las vanguardias artísticas.
Ángel Monterrubio dice que el gran valedor del artista cretense y primer estudioso fue el pedagogo krausista, Manuel Bartolomé Cossío, que en el año 1908 publicó la primera gran monografía sobre el pintor, una obra fundamental para su posterior reconocimiento internacional.
Además, hay teorías curiosas de su pintura, por ejemplo, la del médico portugués Ricardo Jorge, que señaló la hipótesis de la locura en 1912, pues creyó ver en El Greco a un paranoico; mientras, el alemán Goldschmitt y el español Germán Beritens defendieron la hipótesis del astigmatismo para justificar las anomalías de su pintura y las figuras que representaba. Otros grandes genios como Gregorio Marañón, dedicaron tiempo a investigar su obra.
2014 fue un año muy especial en Toledo con la conmemoración del IV Centenario de su muerte y una gran cantidad de actividades, pero también se recuerda el III centenario celebrado en 1914.
La catedral Primada, el Museo del Greco, el Hospital Tavera, Santo Tomé...son solamente algunos puntos de Toledo para disfrutar de la obre de todo un genio del arte universal, El Greco.
Daniel Rodríguez González
Redactor de Informativos en la Cadena SER desde el año 2006. He trabajado en las emisoras de Alcalá...