Las diferencias entre ser farmacéutico en una ciudad o en una pedanía: "Nos cuentan sus problemas y hasta hacen terapia con nosotros"
El 25 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Farmacéutico
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Un farmacéutico y una boticaria comparten ideas en el Día del Farmacéutico
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Tomelloso / Cinco Casas
Este 25 de septiembre conmemoramos el Día Mundial de los Farmacéuticos. Un día que sirve para reconocer a estos profesionales, cuya labor es esencial dentro del sistema sanitario. Los farmacéuticos no solo despachan medicamentos, también actúan como intermediarios entre los médicos y los pacientes, traduciendo en muchos casos las indicaciones del facultativo, y dando instrucciones y consejos sobre su correcta utilización.
Paco Tejado, desde su farmacia en Tomelloso, expresa su emoción sobre la profesión y aquello que los hace indispensables. "El farmacéutico siempre ha sido una figura muy importante. Y me alegra que se lo considere así porque, entre otras cosas, la gente siempre ha confiado en nosotros. Hay una cosa fundamental: la cercanía que tenemos nosotros con nuestros clientes o pacientes, por llamarlos de alguna forma, es porque ven bastante profesionalidad", asegura.
Los profesionales ayudan y controlan los medicamentos. A una farmacia acuden perfiles de todo tipo, pero Paco destaca la gran cantidad de personas de la tercera edad que visitan su farmacia cada día, pidiendo ayuda y consejos a los que consideran unos profesionales de confianza.
Un farmacéutico y una boticaria comparten ideas en el Día del Farmacéutico
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Frente a una ciudad como Tomelloso, los farmacéuticos también trabajan en pequeñas zonas rurales, donde son más importantes si cabe. Los pequeños boticarios reúnen en muchas ocasiones varios pueblos y suponen la única vía de contacto de los vecinos con el sistema sanitario. Sofía García es una boticaria en Cinco Casas, pedanía de Alcázar de San Juan, y reivindica su importante labor durante la pandemia. "Las farmacias hicimos la labor de estar aquí, de acercar el medicamento a la gente a sus casa para que no salieran", asevera.
La profesión también tiene sus contratiempos. "Entre los farmacéuticos nos solemos apoyar y ayudar. A lo mejor les llamo, y les digo si me falta un medicamento y si ellos lo tienen. Siempre intentamos dar ese servicio pero hay veces que no encuentras un medicamento que es esencial, [...] cuando un medicamento realmente falta nos vemos apurados porque queremos que esa gente tenga el medicamento", comenta Sofía.
Paco Tejado concuerda con ello, y nos explica una de sus experiencias: "Tres, cuatro, fines de semana tuvimos el domingo de guardia. Estás tú solo y resulta que cambió el tiempo y, para que veas lo vulnerables que somos, en esa guardia pudieron entrar entre unas 500 o 600 personas en la farmacia por un resfriado".
Ser boticario en una pedanía supone convertirse casi en un miembro de su familia. ""Nos cuentan sus problemas y hasta hacen terapia con nosotros. Eres psicólogo, médico... de todo a la vez", cuenta Sofía.
Los son los profesionales que ayudan, controlan los medicamentos y son un factor esenciales en nuestro día a día. Con motivo de la efemérides, varios puntos de la comarca se iluminaron de verde, como los molinos de Campo de Criptana o edificios en Alcázar de San Juan.