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Pueblos Vivos Cuenca alerta de la peligrosidad de las macrogranjas de cerdos

El accidente ocurrido en la tarde de este jueves en Tarancón pone el foco en la seguridad de estas instalaciones

Albert Hendrik / EyeEm

Tarancón

La acumulación de gases como metano o sulfhídrico, un gas mortal, puede convertir en una ratonera estas instalaciones, así lo ha declarado esta mañana para Radio Tarancón el portavoz de Pueblos Vivos Cuenca Toni Jorge, con motivo del accidente ocurrido en la tarde de este jueves en Tarancón que deja tres trabajadores intoxicados.

Toni Jorge ha declarado que han podido contrastar con el neumólogo Jesús Morataya, la cantidad de problemas respiratorios a corto y largo plazo de las instalaciones de este tipo por el efecto acumulativo de las emisiones de estos gases, aunque actualmente no se tenga una hipótesis oficial sobre el origen de la intoxicación en Tarancón.

Desde la Asociación también han querido destacar los riesgos a nivel ambiental a largo pazo de estas instalaciones en los municipios cercanos a las mismas, a raíz de la emanación de amoniaco o sulfhídrico continuamente que pueda generar problemas de salud.

Nueva instalación en Ledaña

Plano proyectado de la nueva macrogranja entre los términos de Ledaña e Iniesta, Cuenca. Fuente: Pueblos Vivos

Plano proyectado de la nueva macrogranja entre los términos de Ledaña e Iniesta, Cuenca. Fuente: Pueblos Vivos

El portavoz de Pueblos Vivos Cuenca ha aprovechado para criticar el proyecto de instalación de una nueva macrogranja de más de 2.000 cerdos en Ledaña, a la que hay que sumarla la instalación ya existente de una de 7.200, el máximo permitidio para una instalación de este tipo, en una localidad que no supera los 1.600 habitantes.

También han criticado la moratoria existente por el gobierno autonómico, que consideran “papel mojado”. Una nueva explotación al que hay que añadirle el riesgo de que Ledaña es una zona vulnerable a nitratos según fuentes del Instituto Geológico Minero por lo que la Asociación Pueblos Vivos Cuenca teme que con la construcción de una segunda macrogranja porcina “se agrave el problema de contaminación del agua subterránea con nitratos y en el futuro afecte al abastecimiento de los habitantes, como ya ocurre en muchos pueblos que cuentan con explotaciones de ganadería industrial".

Remedios Bobillo, presidenta de la Asociación Pueblos Vivos Cuenca, asegura que “estamos ante una amenaza para la vida rural, ya que estas macrogranjas no crean prácticamente empleo al estar muy automatizadas”. Además, alerta del riesgo de ampliación sobre el proyecto inicial: "Se ha solicitado una macrogranja de 2.000 cerdos, pero es muy probable que una vez construida se solicite su ampliación, como ha pasado en multitud de pueblos, incluido Ledaña”.

 
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