Samuel Cerrudo, diseñador de modas y apicultor en un pueblo de Cuenca

Cuenca

Samuel Cerrudo tiene 29 años y vive en casa de su abuela centenaria en Rubielos Altos, una de las pedanías del municipio conquense de Pozorrubielos de la Mancha. Aquí llegó hace unos años atraído por la tranquilidad de un pueblecito de una veintena de habitantes censados y por las posibilidades que le ofrecen las tierras familiares para desarrollar su proyecto apícola y agrario.

Tras cinco años en Rubielos Altos, Samuel ya produce miel y acaba de plantar diez mil árboles. Boyhood Permaculture Universe es el nombre de su proyecto. En Hoy por Hoy Cuenca hemos conversado con él para conocer sus inquietudes y los motivos que han llevado a un diseñador de modas a apostar por el campo en un pueblo tan necesitado de jóvenes.

“Entiendo que de cara al exterior pueda contrastar, pero internamente tiene mucho sentido para mí”, explica, “ya que la formación en diseño de modas, y la especialización en dirección creativa, me permitió conocerme y, con esa base interna, pude entender mejor procesos externos como qué pasa con los sistemas de alimentación, qué pasa con las cadenas de producción de textiles o con esas artesanías que antes tenían durabilidad y que ahora nos llevan a un consumo constante”.

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Australia

Aunque nacido en Madrid, su familia materna es de esta localidad conquense a la que no dejado de acudir a lo largo de su vida. Aquí dispone de 29 hectáreas donde crecen olivos y almendros y donde liban las abejas de sus colmenas.

Pero mucho ha tenido que ver en el desarrollo del proyecto de vida de Samuel su estancia durante año y medio en Australia cuando tenía 21 años. “Allí me topé con una soledad más profunda de lo que esperaba que a su vez llevaba un enriquecimiento intrínseco que necesitaría en un futuro para emprender una vida de cero en un pueblo tan pequeñito en el que apenas vivimos durante todo el año entre cinco y diez personas. Y soy el único joven”, confiesa. “Aquella experiencia me ha dado solidez para poder tener paciencia, tranquilidad y entendimiento de que estoy realizando procesos muy lentos, pero que aportan un impulso regenerativo muy grande de la naturaleza”.

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Apicultura

El punto de partida fue la apicultura y nació también durante su estancia en Australia. “Me sorprendió que el 80% de las producciones venían de alimentaciones, suplementos o piensos con los que se las ceba con la misma filosofía que en otras granjas”, explica Cerrudo, “se las fuerza a unos procesos que ellas no tienen naturalizados y que, tarde o temprano, al final llegan a un estado de bloqueo y olvidan sus procesos naturales y dependen de lo que le aporta el ser humano”.

En su afán por la sostenibilidad, Samuel apuesta por devolver el ritmo natural a las abejas desechando los cuadros de celdillas que se aporta habitualmente en la apicultura convencional y que “favorecen a depredadores como la varroa destructor ya que prefieren las celdas de mayor tamaño de los métodos intensivos actuales”, explica. Además, respeta los ciclos naturales de estos insectos y sigue un calendario lunar.

Su miel se produce en la finca Las Moras en Rubielos Altos y se puede adquirir en venta online en la web Apícula Raw Honey.

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Agricultura

Samuel dispone en las tierras de su familia de un campo de almendros y de un olivar centenario “que ya cultivaban mis bisabuelos”, nos dice, “y hemos recuperado el cultivo del azafrán”. El proyecto Boyhood Permaculture Universe con el que Samuel ya ha plantado diez mil árboles donados por el proyecto Life Terra, pretende en una primera fase “proteger y regenerar las parcelas, ya sean de cultivo o forestales, para implementar después los policultivos que permitan ofrecer la observación al entorno. Los primeros beneficiados de estas prácticas en terreno van a ser los propios agricultores de la zona y otros particulares interesados”.

Agricultores de la zona “que ya se van acercando”, dice Samuel. “Es curioso que vienen a pedirme la sembradora que es más pequeña que las suyas y que les permite sembrar abonos verdes entre las calles de los olivos, una metodología que fuerza Europa a través de la Política Agraria Común (PAC), algo en lo que yo me había adelantado. Tenemos que avanzar en la misma onda. De nada sirve que yo venga y genere un universo totalmente purista si la gente lo ve desde el desentendimiento o la falta de interiorización de concepto”.

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Diseñador de modas

En medio de este proyecto agrícola y apícola, ¿dónde queda su formación como diseñador de modas? “Se queda en un taller con varias líneas de trabajo”, dice, “como la recolección de prendas con taras que las deshago y les doy una nueva vida a través de técnicas de la agricultura japonesa basada en el reciclaje y en heredar trapos bordados de generación en generación. Realizamos todo tipo de prendas basadas en valores de economía y recursos circulares y cómo remendar lo que se va deteriorando. Nuestra sociedad moderna ha olvidado el concepto de mantener y no solamente consumir”.

La abuela de Samuel, que tiene 101 años, está contenta de que su nieto haya retomado el cultivo de las tierras familiares. “Yo le digo que soy joven, con ganas y que creo que hay algo más allá de la producción”, concluye Samuel, “como la divulgación o la regeneración de metodologías en las áreas rurales que creo que son necesarias para revalorizar y volver a colocar el campo como algo prioritario. Las ciudades jamás podrán ser resilientes sin áreas rurales sanas”.