Institutos de Villarrobledo y El Provencio crean un calendario escolar con nueve países de Europa
Alumnos y alumnas de los institutos Octavio Cuartero, de Villarrobledo, y Tomás de la Fuente Jurado, de El Provencio, participan en un calendario escolar para mostrar tradiciones europeas
Las Pedroñeras
Alumnos y alumnas de tercero de la ESO en los institutos Octavio Cuartero, de Villarrobledo, y Tomás de la Fuente Jurado, de El Provencio, participan en la creación de un calendario escolar, para el curso 2023-2024, con nueve países de Europa.
A través de la plataforma en internet que aporta el programa ‘eTwinning’, desarrollado por la Unión Europea para la colaboración entre centros educativos, se va a crear un calendario escolar con fotografías de las tradiciones en zonas rurales de los países participantes.
Lo cuenta María Pérez, profesora de inglés en el instituto de El Provencio: "Dividimos los meses escolares, desde octubre hasta junio, entre los diferentes países para que, cada país, hablase en un mes de la tradición que ocurre durante esos días en su zona".
En el caso del IES Tomás de la Fuente Jurado, según Pérez, se ha elegido "la vendimia, que se plasmará en octubre", y en el mes de febrero, los y las estudiantes del IES Octavio Cuartero, "mostrarán su Carnaval de Villarrobledo", añade la profesora.
Aparte de España, con los dos institutos manchegos, participan Bélgica, Polonia, Turquía o Grecia, sumando un total de nueve países europeos.
Los alumnos y alumnas de todos estos centros, votarán una fotografía de cada país, para representar su mes escolar asignado y crear, así, el calendario 2023-2024. Además, las fotografías tendrán que hacerse con el móvil, "para enseñar que el teléfono móvil se puede utilizar para otras cosas que no sea ocio, juegos o redes sociales".
Un calendario escolar solidario
Una vez que se haya creado este calendario, según la profesora, se quiere imprimir en el Centro de Educación Especial de ASPRONA, en Villarrobledo, "donde colaboran personas con capacidades diferentes".
También, cuenta Pérez, "estamos pensando en venderlo, a precio simbólico, para realizar otras actividades de carácter social o medioambiental con el dinero que se recoja de comercios o de la comunidad educativa".
Después se valorarán los resultados del proyecto para que continúen haciéndolo otros alumnos y alumnas de tercero de la ESO en el Instituto Tomás de la Fuente Jurado, de El Provencio.