El agua como motor: molinos, batanes y martinetes en los ríos de la provincia de Cuenca

Cuenca

En el espacio La Memoria de la Tierra que coordina Eduardo Bollo, miembro de la empresa conquense Vestal Etnografía y de la asociación cultural Los Ojos del Júcar, y que emitimos los miércoles cada quince días en Hoy por Hoy Cuenca, hablamos esta vez del agua del Júcar y sus afluentes como motor, de los diferentes tipos de artilugios hidráulicos que surgieron en sus cauces y de su evolución a través de la historia.

Nuestros ríos han sido fuente de vida y trabajo desde los primeros tiempos. La fuerza de los ríos los ha convertido en motores para diferentes usos a lo largo de la historia. El alto curso de la cuenca del río Júcar no ha sido una excepción. En su cauce, como en otros ríos de la provincia, surgieron molinos hidráulicos harineros, batanes y herrerías que después se fueron trasformando en centrales hidroeléctricas.

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Molinos harineros

Hablar de fuerza hidráulica es tratar, en primer término, los molinos harineros tradicionales, movidos por ruedas hidráulicas horizontales (rodeznos). Este artefacto es el uso hidráulico más antiguo y está presente prácticamente en todos los pueblos de Cuenca. Hay al menos 66 tipificados en la cuenca del Alto Júcar conquense.

El Blanco

En Carrascosa de Haro, a orillas del río Záncara, se mantiene el molino El Blanco, durante siglos destinado a la molienda y hoy en día restaurado como restaurante. Es uno de los mejores ejemplos de esta industria hidráulica conservados hoy en día en la provincia de Cuenca.

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Batanes

Muchos de los molinos existentes fueron en su pasado, en consonancia con el auge de la industria lanar, batanes. Los batanes son máquinas compuestas de gruesos mazos de madera movidos por un eje, que sirven para golpear, desengrasar y enfurtir paños y tejidos. Algunos de los ejemplos se ubicaban en el entorno de Cuenca capital asociados a la importancia de su industria textil.

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Molinos de papel

A partir de la invención de la imprenta la demanda de papel crecerá enormemente popularizándose este tipo de molinos. Con la llegada de los genoveses, en España empezó a fabricarse buen papel a partir del siglo XVII. En el caso de Cuenca, cabe destacar el ejemplo de Molinos de Papel en el municipio de Palomera con la industria ubicada a las orillas del río Huécar.

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Herrerías y martinetes

El uso de los fuelles hidráulicos y el empleo de ruedas hidráulicas para mover el martillo de los martinetes cambió radicalmente el aspecto de las herrerías, que se desplazarían a lugares con un curso de agua constante. En la provincia de Cuenca encontramos ejemplos como la Herrería (junto a Beamud) y la Herrería de los Chorros (en Huélamo).

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Fábricas de luz

El proceso de electrificación motivó la creación de muchas centrales hidroeléctricas de diferente tamaño. También propició el cambio de uso de muchos molinos ya existentes reconvertidos en centrales hidroeléctricas. El ejemplo más importante en los ríos de Cuenca y de su aprovechamiento para generar electricidad es la Central Hidroeléctrica de El Salto de Villalba de la Sierra desarrollado en la década de los años 20 del siglo XX.