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La Junta espera levantar antes de mediados de febrero las restricciones en Villaescusa de Haro tras la viruela

En Tébar y La Alberca de Záncara han comenzado los sacrificios de animales tras los nuevos focos de finales de enero

Ganado ovino / Radio Baza

Ganado ovino

Cuenca/Tarancón

El gobierno de Castilla-La Mancha espera levantar en esta primera quincena de febrero las restricciones en las ganaderías de Villaescusa de Haro tras el foco de viruela ovina y caprina que se detectó en septiembre, y se mantienen dichas restricciones en La Alberca de Záncara o Tébar, donde los focos se registraron en noviembre y enero.

Así lo ha explicado, en declaraciones a la Cadena SER, el delegado provincial de Agricultura, Joaquín Cuadrado, tras la reunión mantenida este martes con más de 300 ganaderos y productores de queso de las comarcas de la Manchuela o la Mancha. Ha recordado que la situación es “grave” pero lanza un mensaje de tranquilidad porque se están aplicando medidas para erradicar la viruela y recuperar la normalidad.

Cuadrado ha recordado que son 55 años en los que la Unión Europea no había registrado brotes de esta enfermedad animal, que entró en nuestro país por Andalucía, y ha descartado las vacunas por las restricciones que suponen luego para la exportación de nuestros productos.

Y es que un 69% de la carne de ovino se destina a países europeos, por lo que el delegado provincial de Agricultura ha resaltado la necesidad de cumplir con los estrictos protocolos que impone la UE, y que suponen el sacrificio de animales.

En todo caso, han traslado a los ganaderos las medidas excepcionales de control y desinfección que se van a implantar en un radio de 30 kilómetros, y con las que esperan erradicar la enfermedad.

La viruela ovina y caprina es una enfermedad que afecta exclusivamente a las especies animales y no puede transmitirse al ser humano.

Ganaderos afectados

Los ganaderos afectados por la viruela ovina y caprina en Cuenca consideran “desproporcionado” el sacrificio de toda la cabaña cuando aparece un caso positivo, y se han mostrado escépticos sobre la eficacia de las indemnizaciones.

En Tébar y La Alberca de Záncara este miércoles se han comenzado a sacrificar animales tras los nuevos focos detectados a finales del mes de enero. Entre los ganaderos afectados consideran que se están dando “palos de ciego” porque no está claro cómo ha entrado el virus en sus explotaciones, y cómo se va a comportar después de más de medio siglo desde el último caso registrado en Europa.

Se trata de empresas que crían ovejas para la producción de leche, y en algunos casos producen también derivados como el queso, y recuerdan que han realizado una fuerte inversión que las indemnizaciones difícilmente van a llegar compensar.

Así lo han explicado a la SER dos ganaderos de Tébar: Agustín Mota, que ha tenido que sacrificar este miércoles las 3.500 ovejas de su ganadería, y Alberto Leal, que está pendiente de una segunda analítica para saber el destino de sus 1.300 animales.

Villaescusa

Por su parte, el alcalde de Villaescusa de Haro, Cayetano Solana, coincide en señalar que las ayudas serán “insuficientes” para los ganaderos. Además, califica de “ineficaz” la actuación de la Junta, porque pese al sacrificio de 30.000 animales han vuelto a surgir focos.

 
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