Toledo

Es la época más especial del año, las navidades, con tres fechas muy destacadas: Nochebuena, Nochevieja y Reyes. En el programa 'El viaje empieza aquí' hemos repasado los orígenes de estas celebraciones con el profesor de Historia de la UCLM, Ángel Monterrubio.

Nochebuena

El profesor Monterrubio recuerda que la celebración de Nochebuena está muy ligada al solsticio de invierno, ya que es la noche más larga de año. Dice que en épocas prerromanas y romanas ya había celebraciones en esta época del año hasta que la Iglesia la cristianizó. Fue en el Concilio de Nicea de 325 cuando se fijó el nacimiento de Jesucristo el día 25 de diciembre. Además, por estas fechas se celebraban 'Las Saturnales' que eran unas importantes festividades romanas vinculadas al dios Saturno (dios de la agricultura y de la cosecha).

Añade, que la Nochebuena es junto con la noche de San Juan, la noche mágica por excelencia, el que nacía esa noche se decía que tenía dones especiales, que curaban de gracia. El día de San Juan, al amanecer, se arrancaba una mata de malva y se colgaba en el techo de las casas y florecía el día de Navidad. En Nochebuena se dejaba la lumbre de los hogares encendida por si pasaba la Virgen y quería cambiar los pañales al Niño para que tuviera calor.

Aguinaldo y Belenes

En cuanto a la tradición de pedir el aguinaldo, recuerda los niños y quintos que iban por las calles de los pueblos con panderetas, zambombas, botellas de anís o panderos cantando villancicos y estrofas petitorias. Se daban donativos en metálico, dulces o productos de la matanza. Además, muchos profesionales como el panadero, lechero o el sereno pasaba por las casas pidiendo el aguinaldo.

En cuanto a la costumbre de poner un Nacimiento o Belén en las casas e iglesias en España es un rito relativamente reciente, concretamente del siglo XVIII. Era una moda italiana que introduce en nuestro país el rey de Nápoles cuando llega a España para hacerse cargo del Trono; estamos hablando de Carlos III en 1759. No obstante, el creador de la idea fue San Francisco de Asís, cuando en 1224, recién llegado de Tierra Santa, pensó en organizar en la Misa del Gallo de Nochebuena de la localidad italiana de Greccio una representación del nacimiento de Jesús en vivo a la manera del teatro, lo que viene siendo un Belén Viviente. para aleccionar a fieles y frailes.

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Las uvas de Nochevieja

El profesor Ángel Monterrubio también nos ha hablado de la tradición de comer doce uvas en Nochevieja. Dice que desde la década de 1910, ya tenemos noticias de que la gente se iba reuniendo en las plazas con reloj para comer las doce uvas de la suerte al ritmo de las campanadas.

En los orígenes de esta tradición hay dos teorías. La primera se remonta a finales de siglo XIX. la clase burguesa española, imitando a la francesa, comenzó a celebrar Nochevieja comiendo uvas y tomando champán, costumbre que después fue adoptada por algunos madrileños que iban a la Puerta del Sol para oír las campanas de la medianoche. La segunda teoría es la conocida de que en 1909 los productores de Alicante tuvieron una cosecha excedente de uvas blancas y buscaron una forma de vender el producto.

Reyes: Cabalgata y Roscón

En cuanto a los Reyes Magos, recuera el profesor Monterrubio que en el capítulo segundo, versículo primero, del Evangelio de San Mateo, se nos describe cómo unos magos del oriente, que del antiguo arameo se podría traducir por sacerdotes, nunca por reyes, sin especificar el número, ni los nombres, acuden a Jerusalén para adorar al rey de los judíos que acababa de nacer. De hecho, en las primeras pinturas cristianas que aparecen en las catacumbas nunca se los representa con distintivos reales y el número varía de dos a quince.

En cuanto al Roscón de Reyes, ese dulce circular con agujero en medio, representa al sol, en un momento en el que los días van creciendo. En cuanto a las cabalgatas de Reyes, existe constancia de algunas de ellas a finales del siglo XIX.