Este jueves se ha presentado en sociedad el Pandorgo de hogaño, la fiesta grande de Ciudad Real regresa con todo su esplendor, después de la pandemia, y con muchas ganas. Carlos Lillo, abogado de profesión, 41 años, casado y con una hija será proclamado, como manda la tradición, el próximo 31 de julio en un acto en la Plaza Mayor, en presencia del pueblo de Ciudad Real. Un reconocimiento que acoge con ilusión y mucha emoción, aunque como ha confesado lleva soñando con este momento, desde 2015.

Peñas, asociaciones amigos, familiares y representantes de instituciones le han brindado una calurosa acogida en su acto de presentación donde ha repartido los primeros pañuelos de yerbas, aunque el primero, ha sido para una persona muy especial, su abuela Carmen, ya fallecida, que siempre le aconsejó que fuera Pandorgo, dada su pasión por las tradiciones de la ciudad que le vio nacer. Un cargo de los más populares de la ciudad, al que se llega gracias a las candidaturas que presentan las peñas o asociaciones de la ciudad, en este caso, la agrupación musical de Santo Tomás de Villanueva. "No es un puesto a dedo", aclara.

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La alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías le ha felicitado, en nombre del pueblo de Ciudad Real y le ha pedido complicidad para "trabajar conjuntamente en el objetivo de conseguir que la Pandorga sea reconocida como fiesta de interés turístico nacional". Ha recordado la anécdota de que "Carlos Lillo ha sido pandorgable desde hace años y siempre que le he preguntado ¿cuándo vas a ser Pandorgo? me contestaba cuándo tú seas la alcaldesa de Ciudad Real y gratamente se ha cumplido", confesaba ayer en un acto al que se sumó la Hermandad de Pandorgos, la Federación de Peñas y numerosos representantes de la Corporación, como la primera teniente de alcaldía, Pilar Zamora, los portavoces de los grupos municipales o el vicepresidente de la Diputación, David Triguero.

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Los preparativos

A 10 días para el día grande, Carlos Lillo asegura que lo tiene todo preparado; el traje de Pandorgo, el sombrero que le ha llegado directamente de la emblemática sombrerería de la Plaza Mayor de Madrid, el cinturón morado y bordado, el traje de su mujer y su hija y los pañuelos de yerbas; todo costeado de su bolsillo. Como todos los Pandorgos no desvela cuánto le va a suponer, -también la invitación a puñao y limoná, corre de su cuenta- pero lo pueden imaginar, asegura que "es un pico importante", porque son muchos detalles e invitaciones en los barrios. Nos desvela que desde 2015, que en su fuero interno se propuso aspirar a este nombramiento, ya empezó a ahorrar y reservar en un sobre, el dinero para la ocasión.

Como es preceptivo, el Pandorgo debe realizar una alocución pública, tras su elección. Estos días, está ultimando su discurso, - el momento más especial- el que tras su proclamación, junto a la Dulcinea y sus damas, brindará los agradecimientos a la ciudad y en el Altar, durante la ofrenda a la Virgen del Prado "a la que voy a hacer un guiño especial", es la verdadera protagonista. Intervención repleta, asegura, de muchos recuerdos, donde contará "cómo me entró el veneno de la Pandorga".

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El Pandorgo anuncia que su intención es "estar en todos sitios", con todos los públicos, como uno más. A propósito de los cambios de ubicación para los concursos de limoná (explanada del mercadillo) y de la zurra, (en el auditorio La Granja) considera eran necesarios, porque muchas cuadrillas se quedaban fuera. Este año se han autorizado 250 puestos que ya están adjudicados.

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