Golpes de calor: claves y soluciones para evitar un buen susto
Medidas simples pero efectivas si sufrimos uno
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Alcázar de San Juan
La ola de calor que está experimentando la península está llenando los centros de salud y salas de urgencias por todo el país: también en la provincia de Ciudad Real. El calor está siendo el protagonista: puede ser muy peligroso y las muertes asociadas a golpes de calor ya han superado las 350 a nivel nacional en tan solo 6 días.
La clave en los golpes de calor es detectarlos en sus primeros síntomas. Mareos, balbuceos, vértigos; o desmayos y pérdidas de consciencia. Hay diferentes niveles en las insolaciones, y los sanitarios recomiendan siempre acudir a ellos aunque parezca algo leve. Ruth Martín de Diego, médica alcazareña, ha explicado en 'Hoy por Hoy Ciudad Real' las primeras pistas con las que se manifiesta un golpe de calor. "Nos sube la temperatura, tenemos sudoración excesiva. Empezamos con malestar, obnubilación, mareo, dolor de cabeza, o incluso balbucear". Avisa que hay que estar pendientes para "que esa persona se retire inmediatamente de la fuente de calor".
La precaución debe ser generalizada, pero especialmente en ancianos, bebés y en personas con enfermedades crónicas y trastornos de la inmunidad, como pacientes oncológicos. Y, por supuesto, evitar a toda costa practicar deporte al aire libre en las horas centrales. Parece lógico pero sigue ocurriendo con demasiada frecuencia, y protagonizan muchos de estos golpes.
"Lo que no conviene es dar bebidas excesivamente frías para que las beba de repente. Hay que beber poco a poco bebida fresca, bajar la temperatura con compresas frías. Podemos utilizar abanicos, aire acondicionado, o una ducha fría: pero todo con calma, progresivo", expresa la doctora, con el objetivo de que el cuerpo tenga su tiempo para adaptarse. Por supuesto, hidratarse, aunque no tengamos sed.
Las horas centrales del día son las más problemáticas y conviene reducir al máximo la actividad durante ellas. No solo los golpes de calor: las quemaduras solares son muy frecuentes. "No solo hay que echarse crema cuando vamos a exponernos al sol, simplemente con salir a la calle es necesario", cuenta Martín de Diego. "Hay que intentar llevar la cabeza protegido con gorras o sombreros, y caminar por la sombra", apunta.