Fin a la histórica deuda con los árbitros de baloncesto en Castilla-La Mancha

Toledo

La histórica deuda económica con los árbitros de baloncesto de Castilla-La Mancha ha sido saldada. Así lo ha anunciado la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha en una nota enviada a los medios de comunicación en la que ha informado que en la segunda semana de julio se ha procedido al pago de 223.431,21 euros. En total se ha abonado este dinero a 181 personas que desde 2016 venían teniendo retrasos en sus cobros por realizar su compromiso con el deporte de la canasta en la región.

Fue en 2016 cuando estalló definitivamente la bomba en el baloncesto autonómico gracias a las quejas arbitrales y al paso definitivo de clubes de cada provincia para abandonar la FBCLM y declarar públicamente el rechazo a la gestión monopolizada por Ramón Granados. Contra él se pusieron los que años anteriores habían sido sus compañeros de silbato al reclamar unas cantidades de dinero que según datos de la actual directiva federativa llegó a los 700.000 euros. En la actualidad ya se han abonado más de 500.000 euros.

Con esta liquidación se acaba con una deuda histórica que mermó las competiciones y la reputación de un deporte que durante años vivió a la sombra de los movimientos del que llegara a ser Vicepresidente de la Federación Española de Baloncesto al cobijo de José Luís Sáez, procesado también en operaciones fuera de la ley al frente del baloncesto español.

"El compromiso de la actual Junta Directiva cuando tomó las riendas de la Federación en el año 2018 ha sido el de sanear económicamente la institución por lo que el pago de esta deuda era fundamental para poder cumplir los objetivos marcados". Es lo que dice el comunicado emitido por el estamento regional presidido por el albaceteño José Esteban Gálvez. La previsión es que en el año 2023 la Federación de baloncesto de Castilla La Mancha, casi con total seguridad, podrá partir de presupuesto cero con la entidad completamente saneada.

Allá por 2016 una decena de clubes se atrevieron a mostrar su descontento con la gestión monopolizada por Ramón Granados al frente de la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha pero el paso definitivo lo dio la inmensa mayoría del colectivo arbitral, que no renovó sus licencias y se unió en asociaciones provinciales que dieron con una competición paralela y mayoritaria fuera del estamento federativo.

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En la actualidad se siguen haciendo esfuerzos por renovar un colectivo arbitral que volvió a la FBCLM con una promesa cuya directiva ya ha cumplido.