Se ralentiza la llegada de refugiados ucranianos a la región

Toledo

Casi tres meses después de la invasión rusa en Ucrania, la llegada de refugiados de ese país a Castilla-La Mancha se ralentiza, sobre todo de aquellos que provienen de las zonas más alejadas de los bombardeos. Así lo reconocen las entidades que colaboran con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y el Gobierno de Castilla-La Mancha en la acogida de los desplazados por este conflicto.

Una de estas entidades es ACCEM, con 400 refugiados procedentes de Ucrania acogidos en los diferentes dispositivos que tiene repartidos por la región. Su responsable, Braulio Carlés, señala que antes era frecuente que llegaran grupos de 20, 30 ó 50 personas y que esa cifra ahora se ha reducido. "Lo que estamos notando ahora es que familias que habían acogido a estas personas ya se han cansado de ellos y nos los traen. Algunos los dejan en la puerta y se van", explica.

Algunas de las familias que llegaron a Castilla-La Mancha han empezado incluso a retornar. Y aunque la cifra en el caso de ACCEM es aún pequeña, con apenas dos o tres familias que han regresado, la mayoría, especialmente las personas mayores, expresan su deseo de volver a su país para reencontrarse con los suyos. "De momento no es más que un deseo pero no deja de ser significativo", señala Carlés, que invita a hacer una reflexión sobre este hecho.

Acoger por vías formales

Desde esta entidad insisten en la importancia de realizar la acogida a través de vías formales para evitar que estos refugiados puedan quedar abandonados a su suerte una vez se encuentren en nuestro país. Lamenta Carlés que algunas personas de forma altruista, "pero muy equivocada y en algunos casos muy populista", se dedicaran a traer a refugiados por sus propios medios y que ahora se han cansado o se están encontrando con problemas.

"Hay lugares cuya apertura no fue autorizada por la Junta y familias que han traído a gente por su cuenta y que se están cansando y nos los traen para que los atendamos nosotros", señala el responsable de ACCEM, una de las seis entidades encargadas en Castilla-La Mancha de la acogida de refugiados.

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Según datos del Gobierno regional, Castilla-La Mancha había acogido hasta el pasado 13 de abril a más de 1.100 desplazados por el conflicto bélico en Ucrania. De ellas, 618 llegaron a través a través de las instituciones y 498 mediante otras vías. Además, más de 2.305 personas habían sido atendidas hasta esa fecha, 1.452 a través de entidades humanitarias y 853 a través de los servicios sociales.