La Audiencia da diez días al conductor del accidente mortal de Corbán para que entre en prisión
La Sección Primera decreta la firmeza de la sentencia del Supremo, que ratificó la pena de cinco años y tres meses de cárcel a Luis E.G.
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El conductor acusado por el accidente mortal de la rotonda de Corbán (Santander), durante un juicio en la Audiencia Provincial de Santander, a 23 de noviembre de 2021, en Santander. / Juan Manuel Serrano Arce - Europa Press
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Santander
La Audiencia Provincial de Cantabria ha declarado firme la sentencia tras el accidente mortal de Corbán, ocurrido en verano de 2020 en esta rotonda de Santander y en el que fallecieron dos chicas jóvenes, dictada tras el juicio por la Sala de la Sección Primera y ratificada después por el Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad y recientemente por el Supremo.
Los magistrados que enjuiciaron los hechos dan al conductor implicado en el siniestro, condenado a cinco años y tres meses de cárcel como autor de dos delitos de homicidio por imprudencia, un plazo de diez días para que ingrese de forma voluntaria en prisión para cumplir la pena privativa de libertad.
Y en caso contrario, advierten a Luis E. G., en un auto al que ha tenido acceso Europa Press, que "se procederá sin más oírle ni citarle a dar las órdenes para su detención e ingreso en prisión".
Además, en la resolución, dictada el pasado 17 de febrero y que se acaba de notificar a las partes, la Sala también requiere al automovilista procesado -por circular bajos los efectos del alcohol, a gran velocidad y de forma temeraria además- para que en el plazo de nueve años se abstenga de conducir vehículos de motor y ciclomotores.
Y también de obtener dicho permiso o de conducir vehículos de motor durante el tiempo de cumplimiento de la pena, advirtiéndole de que, de hacerlo, incurriría en un delito de quebrantamiento de condena.
Para ello, añaden los jueces, deberá entregar el carné de conducir en la Secretaría de la Sección Primera de la Audiencia y, además, se acuerda proceder al comiso de su vehículo.
El auto de la Audiencia de Cantabria llega tres semanas después de dictarse la sentencia del Supremo, que se conoció hace dos semanas, y que confirmó la pena de cinco años y tres meses de cárcel al conductor involucrado.
La Sala de lo Penal del Alto Tribunal desestimó el recurso interpuesto por la defensa y ratificó la dictada por la Audiencia cántabra tras la vista oral celebrada en noviembre de 2021 y que fue avalada íntegramente por el Tribunal Superior de Justicia de la región.
Cronología del suceso
El día de los hechos, el 26 de julio de 2020, el implicado había consumido alcohol -duplicó la tasa permitida- y circulaba a 113 kilómetros por hora en una zona de 50 e incluso en una de 30 por tratarse de un área escolar, haciéndolo además de forma temeraria, entre los dos carriles de la calzada, de la calle Julio Jaurena, cuando -sobre las 20.30 horas- impactó al llegar a la rotonda de Corbán con el coche en el que iban las chicas, de 28 y 29 años. La copiloto murió al día siguiente y la conductora casi un mes después.
Luis E. G., que entonces tenía 36 años, fue condenado por dos delitos de homicidio por imprudencia, en concurso con otro de conducción temeraria, uno más de exceso de velocidad y un tercero de conducción bajo los efectos de alcohol.
Y además de la pena de cárcel, se le impuso la privación del derecho a conducir vehículos durante nueve años, lo que en la práctica supone la pérdida de vigencia del permiso de circulación.
Hechos probados
Según los hechos considerados probados en la sentencia, considerada ya firme, el acusado había consumido bebidas alcohólicas, circulaba a una velocidad de 113 kilómetros por hora en un lugar donde estaba limitada a 50 km/h, e incluso pocos metros antes había pasado cerca de un colegio donde la limitación era de 30Km/h.
A causa de tal velocidad y de la ingesta de alcohol, "que disminuía su capacidad de respuesta y reflejos", al llegar a la rotonda de Corbán realizó una maniobra de frenado, girando el volante hacia su derecha para seguir el trazado de la rotonda y se incorporó a la misma "sin respetar la prioridad de los vehículos que circulaban por ella, perdiendo el control e invadiendo" la glorieta.
A consecuencia de ello, su vehículo colisionó a 79 km/h con otro que circulaba correctamente a 33 km/h y en el que viajaban las dos jóvenes, cuyo coche fue proyectado lateralmente hacia la zona ajardinada de la rotonda, que atravesó, y cayó entre los dos carriles de una de las calles de acceso a ella, a 21,70 metros de donde se produjo el choque.
La violencia del siniestro motivó la intervención de los bomberos, que tuvieron que dar asistencia y excarcelar a la conductora y al ocupante del coche golpeado.
Las dos chicas fueron trasladadas al hospital de Valdecilla, donde un día después falleció la que viajaba en el lugar del copiloto debido a los politraumatismos sufridos, mientras que la conductora lo hizo tres semanas después por un traumatismo cráneo-encefálico grave.
Tras los hechos, el acusado mostraba "signos evidentes de su intoxicación alcohólica", que fueron confirmados con las pruebas de etilómetro, que arrojaron un resultado de 0,53 y 0,54 miligramos de alcohol por litro de aire respirado.
En el momento del accidente, era de día y la calzada se encontraba seca y limpia, por lo que las condiciones de visibilidad eran buenas, y la vía "estaba perfectamente señalizada". Además, el vehículo del acusado, que dejó una huella de frenada-derrape de 31,2 metros, "tenía diversas modificaciones no autorizadas" encaminadas "a la ganancia de una mayor potencia y prestaciones".