Cantabria entra en el corredor ferroviario Atlántico aunque el tren a Bilbao se retrasa
En el caso de que finalmente se materialice, la conexión entre la capital cántabra y la vizcanía tiene 2050 como horizonte temporal de finalización
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Dos de las alternativas del trazado Santander-Bilbao.
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Santander
Cantabria ha conseguido entrar en el corredor ferroviario Atlántico, dotado con financiación europea para las infraestructuras que beneficiarán al Puerto de Santander, a la capital cántabra y la conexión con Palencia, aunque el tren a Bilbao se retrasa al no consigue salir de la red global y acceder a la red básica ampliada.
Así se recoge en el acuerdo provisional alcanzado este pasado lunes, 18 de diciembre, por la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea con el Parlamento Europeo para dar luz verde a la revisión del Reglamento de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T), que entrará en vigor en primavera del próximo año, según recoge un documento de la Secretaría de Estado de Transportes.
En este documento, que detalla los cambios que representa para Cantabria este acuerdo, se señala que la incorporación de Cantabria al corredor Atlántico supondrá su inserción en las estructuras de ese espacio ferroviario "mejorando su coordinación con el resto de entidades publicas y privadas participantes", tal y como han adelantado este jueves la Cadena SER.
El escrito destaca, además, que el Puerto de Santander promociona a la red básica ferroviaria, lo que significa la necesidad de conectar esta infraestructura portuaria con la red ferroviaria y viaria y de que disponga de una terminal multimodal abierta a todos los operadores para el año 2030.
Por su parte, la conexión Santander y Palencia pasa a formar parte de la red básica ampliada con actuaciones para la circulación de 740 metros, que ya está en curso, y que los trenes puedan alcanzar velocidades de al menos 100 kilómetros por hora en el 75 por ciento del trazado para el año 2040.
La ciudad de Santander, además, pasa a ser nodo urbano de la Red Transeuropea con la adopción y el seguimiento de un plan de movilidad urbana sostenible, con medidas para integrar los diferentes modos de transporte y avanzar hacia la movilidad sostenible y el seguimiento de indicadores de movilidad segura sostenible y conectada.
Sin embargo, el tren Santander-Bilbao se mantiene en la red global y no consigue acceder a la red básica ampliada, lo que permitiría adelantar los plazos para la mejora de esta infraestructura en diez años, a 2040.
Acuerdo comunitario
La presidencia española del Consejo de la UE ha alcanzado este acuerdo provisional en el transcurso de las reuniones llevadas a cabo esta semana por el Ejecutivo de Pedro Sánchez en Bruselas. El acuerdo da luz verde a la revisión del Reglamento de la Red Transeuropea de Transportes, con el respaldo de la Comisión Europea.
Además, como novedades, figura que el tramo ferroviario de mercancías entre Santander y Palencia pasa a formar parte de la red básica ampliada; que la ciudad de Santander pasa a formar parte de los nodos urbanos de la red transeuropea y otra cosa importante; o que el Puerto de Santander promociona a la red básica.
Además, aparece la inclusión del ferrocarril Bilbao Santander en la red global, lo que quiere decir que no se contempla una agilización de los plazos previstos para realizar una obra cuyo estudio informativo no está ni siquiera aprobado. Dicho de otra manera, los plazos de finalización de este proyecto se mantienen en el año 2050.
Las incertidumbres del tren Santander-Bilbao
La conexión ferroviaria con Bilbao, de realizarse, tendrá un coste que se estima entre los 2.000 y los 2.500 millones de euros, que tendrán que ser aportados íntegramente por el Gobierno de España. Es la consecuencia directa de la posición que adopta Bruselas y que les cuenta la Cadena SER.
En este sentido, no se cumplen las expectativas que se habían generado, pero eso no quiere decir que no tenga explicación. Porque no hay que olvidar que el estudio infomativo con las alternativas diseñadas por el Ministerio de Transportes no está aprobado, ni siquiera ha sido remitido a Cantabria para que la comunidad lo estudie y lo abra a la participación social y económica de la comunidad.
La verdad es que Cantabria no ha mostrado demasiado interés en avanzar en una obra que, además de costosa, va a ser polémica. Porque sea cual sea la alternativa que se elija, supondrá un importante impacto ambiental y urbanístico en toda la costa desde Santander hasta Castro Urdiales.
El propio ex presidente regional, Miguel Ángel Revilla, lo reconocía antes de las elecciones.
Una vez que se conoce la decisión de Bruselas, hay que despejar la incógnita de cuál es el compromiso presupuestario que asume el actual Gobierno de Pedro Sánchez.
El último compromiso expresado públicamente es de principios de este año, cuando el ministro Félix Bolaños, comprometió la financiación del tren Santander-Bilbao, independientemente de que llegue o no el dinero comunitario.
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Fermín Mier
Formado en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Barcelona, soy el director de Contenidos...