Hubert, el emblemático y más longevo chimpancé del Zoo de Santillana fallecía el pasado viernes, aunque hemos conocido la noticia con la confirmación del propietario del zoo, Ignacio Pardo de Santallana, que ha llegado a través de la cuenta de Instagram del Zoo. Hubert era un chimpancé que salió de Guinea rumbo a Zaragoza. Su primer destino fue la casa de un propietario particular, que lo criaba en su casa como si fuera su mascota personal. Incluso, tal y como nos cuentan desde el zoo, «el señor le llevaba todos los días al bar y el chimpancé se tomaba una cola y se fumaba un cigarro». Una vez que el chimpancé creció, el señor se dio cuenta de que no podía con él y lo envió a un Zoo de Barcelona. De allí, llegó a Santillana el 12 de agosto de 1984. Tenía más o menos unos 7 años. A lo largo de su vida en Santillana, Hubert ha sido uno de los reclamos del zoo, por su manera de comportarse ante el público, convirtiéndose, tal y como afirma Ignacio pardo de Santallana «en uno más de la familia. Yo le quería mucho, pero para mi mujer era como un hijo más». A lo largo de estancia en Santillana, ha tenido dos esposas, mayores que él, y se quedó viudo dos veces. También tuvo una hija, que vivió 28 años, y también falleció por un cáncer en una válvula del corazón. Hubert ha sido uno de los chimpancés de más edad criados en cautividad. «Hubert ha dejado un hueco grande en el corazón de la familia del zoo, pero nos quedan sus recuerdos y multitud de fotografías, pero lo sentimos mucho», afirma Santallana.