SER Capaces | Eva María Fernández: "He tenido muy claro que la discapacidad ha convivido conmigo desde siempre, pero no iba a permitir que me pusiese barreras"

Santander

Esta semana en SER Capaces,  la sección en la pretendemos compartir la capacidad trasformadora que  tienen las personas con discapacidad,  mostrar a la sociedad el ejemplo de personas que han cambiado dinámicas laborales, familiares y sociales para una adaptación reciproca, vamos a conocer a Eva María Fernández.

Lanzada

Eva pese a ser invidente siempre ha sido muy decidida y nunca se ha puesto limites.

Desde muy pequeña tiene una gran afición por la música, primero por la copla y después por El flamenco fusión. Eso le llevó a subirse a un escenario siendo muy joven con el nombre artístico de la Niña de Cueto. Después su gran admiración por el cantante “El Fary”, le llevo no solo a conocer al artista,  sino a que este se convirtiera en su padrino musical llegando a sacar tres discos con el nombre artístico de "Chispita".

Eva no solo ha recibido formación  de guitarra española y de técnica vocal, sino que dado que la música era una afición, estudio fisioterapia. Durante años vivió en Madrid, pero acabó regresando a Cantabria donde en lo personal junto a Diego, su marido, fueron padres de Luna una preciosa niña que tiene ahora 6 años.

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Con ella hemos repasado su vida, los años que pasó en Madrid con el Fary, "era un padre para mi", explicaba en la Cadena SER. Ahora está centrada en Luna quien ocupa todo su tiempo. "Me gustaría volver a los escenarios", explica Eva que su ceguera nunca fue un impedimento para cantar y ser la persona que ahora es.

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"Se traía la bolsa de chuches bien escondida para que no la pillase"

En la sección hemos contado con Merche, profesora de Eva cuando era pequeña. "Era muy lista, sabía cuál era el autobús que tenía que coger por la textura de la pintura", nos contaba Merche entre otras anécdotas.

Tuvo que aprender braille para enseñar a Eva en la escuela, "perdió la vista con 6, 7 años y claro tuve que ayudarla", fue la empatía de Merche la que ayudó a Eva. "Lo más importante es la empatía para así poder ayudar a una persona con discapacidad, es lo que hizo Merche", explica Eva. En la actualidad Merche sigue muy ligada a Eva y a su familia, "siempre hablamos por teléfono, comemos juntas o está con Luna. Es una más de la familia".