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La Aemet prevé un verano caluroso en Cantabria tras una primavera muy seca y muy cálida

Lo más probable es que las máximas de la costa cántabra se sitúen durante el verano por encima de las medias

Santander

Tras una primavera muy seca y muy cálida, lo más probable es que Cantabria tenga un verano más caluroso de lo normal, según ha avanzado en rueda de prensa el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Cantabria, José Luis Arteche.

En las primeras semanas del verano, que arrancará el 21 de junio a las 16.58 horas, se espera un aumento de "tres o cuatro grados" en la temperatura del Mar Cantábrico que puede afectar a la pesca, en concreto del bonito, que podría bajar a más profundidad de la habitual.

Lo más probable es que las máximas de la costa cántabra se sitúen durante el verano por encima de las medias de este periodo, que son de 21,6 grados en junio, 23,6 en julio y 24,2 en agosto.

Según ha explicado Arteche, los modelos no son tan claros en cuanto a las precipitaciones. Mientras que "hay muchas posibilidades" de que sea un verano lluvioso en el Levante, en el Cantábrico las previsiones "no son concluyentes".

Arteche ha advertido de que durante estos meses hay que tener cuidado con las galernas y las tormentas, que sobre todo se suelen concentrar en agosto; los episodios de niebla súbita en Picos de Europa; los aguaceros intensos, que pueden inundar cuevas; o la exposición al sol y los golpes de calor, especialmente en niños y mayores.

PRIMAVERA MUY SECA Y MUY CÁLIDA

Además, la primavera ha sido la más cálida de la serie histórica de España y la segunda más seca. Cantabria no ha sido una excepción y ha tenido una estación muy seca y muy cálida, a pesar de que en mayo se remontó la tendencia.

Marzo fue el más seco y cálido de la estación en comparación con los valores normales del mes, seguido de abril, que también se consideró muy seco y muy cálido, mientras que mayo fue húmero y tuvo temperaturas normales.

"Hace falta que llueva un poquito, aunque la gente del turismo no estará de acuerdo", ha señalado Arteche, porque el déficit del año hidrológico -de octubre a septiembre- está en el 24 por ciento y con la primavera se ha acentuado la sequía.

Los termómetros más bajos se concentraron el 5 de abril sobre todo en la zona de Campoo, con -10,5 grados en Nestares como mínima de la estación.

La temperatura más alta se registró en Santander el 3 de mayo, fecha en la que casi todos los municipios marcaron su máxima de la primavera, que en general fue una estación soleada y sin grandes anomalías en el viento.

Durante esos tres meses hubo 2.365 descargas eléctricas, 844 de ellas el 28 de mayo, un mes que aglutinó la mayoría de rayos: 2.226.

 
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