Las consultas por trastornos por ansiedad en niños y adolescentes se disparan en Cantabria un 130% con respecto a 2019
Este año, 240 niños y adolescentes han sido derivados por esta patología desde atención primaria a salud mental del hospital
Amador Priede, coordinador de Salud Mental en Cantabria
Santander
Los datos son contundentes. Después de la pandemia, los casos derivados por ansiedad desde atención primaria a salud mental en la región han crecido de manera notable. En adultos, en 2022, lo han hecho un 30% con respecto a 2019. 4000 pacientes fueron derivados a este servicio en alguno de los tres hospitales de Cantabria que cuentan con este servicio, frente a los 3100 casos en el año anterior a la aparición del covid.
Pero especialmente llamativas son las cifras en el área infanto-juvenil. En lo que afecta a menores de 18 años el número de casos ha crecido un 130%, es decir, si en 2019, fueron unos 100 niños y adolescentes los que requirieron atención en salud mental, en 2022 son ya 240, los menores que han tenido que ser derivados por trastornos de ansiedad desde atención primaria.
Amador Priede, coordinador de Salud Mental en Cantabria, explica que antes de la pandemia ya se daban cuadros de ansiedad en menores. En 2019 hubo unos 100 casos fueron derivados, pero este año los datos son demoledores.
Aunque así, puntualiza que si bien, parte de ese aumento de los datos tenga una estrecha relación con la pandemia y sus consecuencias, también encuentra una explicación que tiene que ver con la mayor sensibilización de la sociedad hacia este tipo de problemas de salud.
Igualmente añade que, aunque crecen notablemente las consultas, sin embargo, los estudios epidemiológicos no se corresponden con estas cifras, ya que la tasa de trastornos de ansiedad se estabilizó una vez pasada la pandemia.
Priede explica que la ansiedad es como una alarma que avisa que se está generando una situación de peligro como resultado de un desequilibrio en la persona que lo sufre. Pero en un trastorno de ansiedad los síntomas aparecen inesperadamente, algo que puede asustar mucho a quien le sucede.
Los síntomas de la ansiedad son parecidos a los del miedo. Pero mientras en el miedo la causa es conocida, en la ansiedad la causa queda oculta. Además, el miedo se origina como respuesta a una amenaza exterior, mientras que la ansiedad está relacionada con una experiencia interiorizada.
Se presentan manifestaciones somáticas y psíquicas: palpitaciones, respiración alterada, temblores, mareo, sudoración, ahogo, etc. También se puede manifestar a través de un estado de tensión mediante contracturas, cansancio, calambres, cefaleas, etc. Así como, por constricción torácica y opresión cardíaca.
En los niños los síntomas más habituales son miedos, tristeza, falta de ánimo y de interés, problemas de sueños, pesadillas, dolencias físicas como dolor de barriga, palpitaciones, dolor en el pecho, cabeza.
Priede desmitifica algunas de las creencias que existen sobre los trastornos de ansiedad, como que no se puede prevenir o curar. Asegura que hay que trabajar más entre los jóvenes y niños para que puedan aprender a gestionar sus emociones, algo que contempla el Plan de Salud Mental de Cantabria, recientemente aprobado.
Además, destierra otra idea, la ansiedad no se trata con fármacos, ya que el tratamiento empleado es la terapia psicológica, aunque en alguna ocasión se pueda combinar con algún tratamiento farmacológico.
