Un profesor con esclerosis múltiple renuncia a la discapacidad porque quiere seguir dando clase

Santa Cruz de Tenerife

Ingeniero, profesor de electricidad en un ciclo de Formación Profesional y enfermo de esclerosis múltiple. Se llama Víctor Albertos y hace unas semanas le reconocieron la discapacidad absoluta, algo que le impide seguir realizando su trabajo, después de llevar siete años impartiendo clases. En 2017 apareció por primera vez en su vida el nombre de la enfermedad que padece, esclerosis múltiple, pero ya llevaba años padeciendo algunos síntomas.

Actualmente tiene un grado de discapacidad del 85 por ciento: "No hay ninguna persona viva en toda España en mis condiciones: comen por sondas, no ven, no hablan, no hacen vida... Yo hago todo eso y más, voy al gimnasio todos los días cuatro horas."

Hace un año el profesor, natural de Tenerife, renunció a todos los tratamientos médicos para tratar su enfermedad: "Ya no quiero seguir con eso. Ha llegado el momento de pensar si puedo soportar esos tratamientos, que son muy duros y me dejan mal. He decido calidad de vida antes que cantidad. Más vale estar despierto que postrado en una cama pasando los efectos secundarios de algo que me coloca siempre en la casilla de salida."

"Llegué a hacerme pis encima"

Es muy tajante en su decisión y muestra una profunda decepción tras la decisión del tribunal médico de sacarlo del mercado laboral: "Si di clases en el peor momento de mi vida, incluso llegando a hacerme pis encima, ¿por qué ahora me lo impiden?". Víctor Albertos tiene clara su postura y va a exponer todos sus recursos ante el tribunal médico, a sabiendas que "lo más rápido es renunciar".

Ante la posibilidad de que le impidan renunciar, el profesor se muestra consciente y, aunque considera "no estar preparado para eso", sabe que podrá afrontarlo: "Yo quiero seguir dando clases."

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"He dejado lo más importante de todo, que es el tratamiento médico, ni si quiera uso el andador todo el rato, en el gimnasio no lo uso y es de dos plantas. Sé qué consecuencias tiene negarse a la discapacidad, pero no me importa, me arriesgo a eso", sentencia Víctor Albertos.

Apunta además que su neurólogo está sorprendido de sus capacidades: "A veces me caigo, pero no importa, siempre hay amigos y gente buena que te levanta." Asegura que se puede tener sueños con esclerosis múltiples y aunque "la vida es más corta pero vives con más ganas."

Su labor en África

Además de profesor, guitarrista y escritor, Víctor Albertos es voluntario y activista de una ONG que envía materiales escolares y formativos para Senegal. "Podemos estar ayudando a unas 10.000 personas en África, sobre todo les informamos del porqué no deben meterse en las pateras."

Asegura que "los chicos de allá" han visto que Canarias no es un paraíso porque les llega toda la información de cómo están aquí los centros y se plantean así no arriesgar su vida en el mar: "Tienen que aprender a quedarse y sacar de sus cabezas subirse a una patera. Solo necesitan formación para levantar sus países. Las opciones aquí son la mendicidad y la delincuencia."