Chaladas se sienta a la mesa de las grandes y conquista la primera fase del concurso de murgas
Mamelucos ha vuelto, Burlonas cumple y Diablos camina sobre el alambre muy peligrosamente
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Santa Cruz de Tenerife
La norteña Chaladas se convirtió en la gran sorpresa agradable de la primera fase del concurso de murgas adultas. Aunque el gran aliciente de la apertura del certamen era el Everest previsto entre la cuarta y la sexta formación en salir (Burlonas-Diablos-Mamelucos), con ellas comenzó el espectáculo. De las presuntamente grandes, ninguna sobresalió. Las de Adela cumplieron con letra, los Mamel's dieron evidentes señales de recuperación y lo de Diablos sonó a pinchazo. Algo falló en la media hora trónica.
Las mejores del lunes
Las debutantes Chaladas lograron lo más difícil en una actuación: emocionar. Lo hicieron gracias a un primer tema primoroso con un momento genial, ahí donde abandonan sus micros y cantaa a pleno pulmón desde la parte delantera de la tarima. Para entonces ya el público se había entregado completamente a las noveles en Santa Cruz, pero expertas en el Norte. Se fueron exultantes porque lo bordaron.
Fue una actuación superlativa que debe valer un pase de oro, aunque fue mucho mejor su tema emocional que su apuesta humorística. Si se admiten quinielas desde ya, han comprado boletos para repetir Primero en el Norte... y para cantar otra vez el viernes.
Mamelucos, en el camino
La otra buena noticia de la noche fue la recuperación de Los Mamelucos. Se les echaba de menos. Volvieron con una mejoría musical ostensible, también en las maneras del director, que se consolida al frente de la fila. Intentaron repartir a diestro y siniestro aunque el primer tema es lineal hasta casi el final. No encuentran aún el camino que lleva a la emoción y al sentimiento, pero confirman que están en el camino de la recuperación.
El público permaneció sentado y esperando más; y fue entonces cuando irrumpieron con una sorpresa en forma de ‘gender reveal’ para Cathy y Aitor. Sin sobresalir, ofrecieron argumentos sobrados para presentarse de nuevo el viernes. Lo mejor fue que sonaron a cañón. Como si fueran un vendaval murguero. Quieren levantarse y lo hicieron con toda la fuerza del mundo.
La otra grande no ofrece su mejor cara
Diablos Locos ofreció la actuación desconcertante de la noche. No fue su fase más agraciada. Casi en ningún momento de sus 30 minutos de interpretación parecieron enganchar al público, que sí bailó y gozó con su pasacalles y despedida.
Con algunos problemas para que se les entendiera todo, ofrecen su cara más controvertida con su ‘Políticamente incorrectos’, tema de apertura. Intentan levantarse en el segundo, que no surtió el efecto deseado con sus gotas de humor. Caminaron sobre el alambre peligrosamente.
Burlonas y la letra
Cuartas en actuar, Burlonas empezaron este año como acabaron el anterior. “¡Que no, que no, que no me da la gana!”. Afilan la pluma para ofrecer una letra ‘marca de la casa’. Notables en crítica y documentación, como estilan las de Adela. No se les escapa nada en la difícil misión de tratar un tema tan manoseado como el turismo, pero justamente les pasa factura que es un asunto más que cantado. Eso, y que el público -permaneció impasible- había quedado saciado con el huracán Chaladas.
Burlonas demostró una vez más que es una murga que necesita ser escuchada con atención. No son de efectos, son eficaces. Aunque no lograsen la química y la magia de años atrás, tal vez porque han dejado lo mejor para dentro de tres días. Dispuestas a invertir la tendencia, tal vez este 2025 traiga unas mejores Burlonas en final que en fase. Este lunes, cumplieron.
Y además...
Desbocados comenzó a ritmo de chácaras su primera interpretación. Anuncian un tema sobre 'solidaridad' y se unen al largo pelotón que elegirá cantar al turismo. Lo hacen fieles a un estilo, pero se pierden en su potaje canario. No abandonan los conceptos isleños en su segunda canción, donde son ellos quienes piden al público que se levante. Una vez que lo logran, desaprovechan la ocasión para golpear con la pegada a la que nos tenían acostumbrados en Carnavales pretéritos. Incurren en dos pecados: hablar de sí mismos y montar una cabalgata de personajes para llenar el escenario. Reivindicación de las murgas pequeñas. Se quedaron vacíos porque lo dieron todo.
La histórica Las Marchilongas tuvo la responsabilidad de abrir, lo cual es casi siempre una mala noticia. Tenían algún golpe escondido en la literatura de Carlos Casanova, pero la ejecución no logró conectar con un público que estaba aún frío. Su mejor premio fue disfrutar sobre las tablas del Recinto y lucir su entrada, sensacional.
La noche se completó con las gradas casi vacías cuando pasadas la una de la madrugada comparecieron las ilusionadas Charlatanas -con la carismática Saray a los mandos- para vivir el inolvidable momento de su debut. Suplieron la escasez de componentes con valentía y coraje, para así comenzar con sus prejuicios (insuficientes letra y ritmo) y acabar con mucha dignidad. Grata actuación.
Para futuras ediciones cabe pensar en ir a cuatro fases si son tantas las murgas. O buscar la fórmula para no acabar a las tantas. Diabólicas había hallado en el sorteo el puesto que nadie quiere. Una pena que tantos meses de trabajo y ensayos encontrasen un Recinto con mayoría de butacas vacías para contemplar su original disfraz y oír sus dos buenas letras. Hicieron lo que pudieron para defender su repertorio, que tenía sorpresa con un precioso y emotivo canon musical en su primera canción. La segunda, a lo Netflix. Agradaron, mejoraron y aprobaron. Buenos arreglos musicales y buenas ideas.
Para abrir boca
Abrió el concurso el tercer premio de Interpretación de las infantilas, la murga Los Castorcitos, que apostó por cantar el primero de sus temas del concurso.
Este martes, segunda fase a partir de las 20:30 horas con Redoblones como telonera.