“Pudo ser devorado y vomitado vivo”: por qué ha aparecido en Canarias el diablo negro de ‘Buscando a Nemo’
Es el primer avistamiento de esta especie viva en el mundo en la superficie y fue captado a dos kilómetros de Playa San Juan, en Tenerife
“Pudo ser devorado y vomitado vivo”: por qué ha aparecido en Canarias el diablo negro de ‘Buscando a Nemo’
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Santa Cruz de Tenerife
Es el diablo negro. Este es el nombre del pez que se encontraban Marley y Dori en las profundidades del Océano Índico "Buscando a Nemo". Pero, que esta vez le ha dado por aparecer en la superficie del océano Atlántico en el litoral de Tenerife. Esta especie marina caracterizada por su gran cantidad de dientes de grandes dimensiones y también una antena que se ilumina para atraer a sus presas que se acercan a la luz. Su nombre científico es Melanocetus johnsonii y se caracteriza por tener un aspecto y una forma de vida bastante peculiar. Este pez suele vivir en profundidades de más de 1.000 hasta los 4.000 metros de profundidad. Por lo que, ¿Cuáles son las razones de esta inusual visita a Canarias? , ¿será que quiere tomarse unas vacaciones?
Desde un cambio de presión hasta ser vomitado por un depredador
La bióloga Laia Valor ha sido la afortunada de toparse con él a dos kilómetros de la costa del sur de Tenerife, cerca de Playa San Juan. Las razones de este encuentro son de lo más curiosas, la bióloga explica que puede ser porque que huyera de algún depredador, que se trasladara por algún cambio de presión desde el fondo del mar a la superficie, o la más surrealista de todas, algún depredador pudo haber comido entero a este pez y que lo vomitara ya en la superficie.
Laia destaca que el pez no se encontraba en buen estado de salud debido a no encontrarse en su lugar habitual. Por lo que, lo más razonable es que horas después de este avistamiento el pez haya fallecido.
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El pez de "Buscando a Nemo" aparece en Canarias tras ser vomitado por un depredador
Laia ha mostrado su felicidad al toparse con el diablo negro, pudiendo ser el primer avistamiento de esta especie en el mundo por la dificultad a su accesibilidad: "Fue muy emocionante, porque lo encontramos ya una vez saliendo a superficie después de nuestra rutinaria exploración del mar para estudiar a los tiburones y cetáceos". Eso sí, advierten de que se trata de una especie muy amenazada y de la que quedan pocos ejemplares en el mundo, entre los que se encuentra Canarias.
