Tierra de paso y de contrastes
La Mirada de Marta Cantero 01.01.2025
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Santa Cruz de Tenerife
Si algo define a Canarias es su situación geográfica. Por ella, llegan masivamente cada año ricos y pobres. Los primeros buscando el calor de su clima; los segundos, otra vida. Los unos llegan a millones en cómodos vuelos, y los otros a miles en frágiles embarcaciones. Somos eso, una tierra de paso y de contrastes. No sabemos siquiera si debemos considerarnos una región próspera o no, si atendemos los indicadores que miden nuestra nivel de vida. Los menos, acumulan los beneficios del turismo. Un tercio de quienes poblamos las islas vive, sin embargo, con lo puesto.
Nada apunta que el año que ha nacido vaya a ser distinto del que despedimos. Porque además de su geografía, Canarias se caracteriza por un inmovilismo estructural que no logra cambiar ni dios. Mucho menos una clase política que, en 2024, cogió el vicio de declarar emergencias. La peor de ellas, la habitacional.
Y mientras el mercado de la vivienda mantiene su tendencia al exceso; el clima, nuestra joya de la corona, seguirá deparando sorpresas con su cóctel de calima, nieve, viento o sol. Y poca, poquísima lluvia.
Al 2025 le queda, pues, mucho trabajo por hacer para estar a la altura de los retos que tiene Canarias. ¡O le echamos unidad y lucidez, o seguiremos dependiendo de lo que nos traiga la marea!