Se juegan el futuro

La huelga de profesores de Formación Profesional es una mala noticia. Mala no solo porque evidencia la incapacidad de ambas partes, docentes y Educación, para alcanzar un acuerdo. Sino porque no se ha priorizado el principal interés a defender, el del alumnado, que se juega mucho más que ninguno de ellos: ni más ni menos que su futuro.

Hace ya lustros que venimos oyendo el cuento de la FP dual, solicitando además a los jóvenes que no recurrieran todos a la Universidad, que por esta vía encontrarían salidas laborales dignas. Y resulta que ni las prácticas están garantizada, y debe ir cada profesor mendigando a las empresas un puesto para que sus pupilos puedan hacer las prácticas sin las cuales no pueden aprobar.

La FP requiere un gran pacto con el empresariado canario para que, como ocurre en los países y autonomías en los que funciona, se beneficien tanto quien contrata como quien se forma. De ahí, muchos deberían de hecho quedarse, ya preparados especifícamente para el puesto.