Juan Guerrero la lía otra vez y entra a voz en grito en el vestuario del Tenerife B

Santa Cruz de Tenerife

Juan Guerrero vuelve a las andadas. El consejero deportivo del CD Tenerife protagonizó este lunes un nuevo episodio impropio del cargo de responsabilidad que ocupa y entró a voz en grito en el vestuario del filial en la Ciudad Deportiva Javier Pérez. Con términos malsonantes y peyorativos, el directivo se mostró muy enojado hasta el punto de que "parecía estar fuera de sí", apuntan desde los despachos blanquiazules. Solo unas horas después, el estruendoso numerito del directivo ya es vox populi en las oficinas del club.

Dos motivos explican que perdiera los papeles: el primero, el reciente capítulo de indisciplina en que incurrieron cuatro jugadores del plantel tinerfeñista y el cual propició que no viajasen al partido del pasado domingo con el Getafe B; y el segundo, que este asunto trascendiera. De hecho, aseguran que esto último fue lo que más enojó al andaluz.

A Guerrero le ha irritado que se conocieran a través de los medios de comunicación la exclusión de Moha Ramos por motivos no deportivos; y, dos semanas más tarde, que también por razones semejantes se publicase que quedaban apeados de una convocatoria oficial los jugadores Salifo, Faya, Dawda y Marcos Otero. El malestar crece por cuanto el partido de marras se saldó con derrota (2-0) en la visita al cuadro azulón, que deja al B momentáneamente sin el liderato que ostestaba hasta el pasado domingo. El consejero ha decidido puentear al jefe de Captación, Jony Vega, y asumir este asunto personalmente.

Empleados de la institución no salen de su asombro y consideran desproporcionada la escena que protagonizó el lunes en compañía del propio Vega. "Llegó a emplear términos que no se corresponden en ningún caso con alguien que es consejero, imposible imaginarse en una escena así a Paulino, a Conrado o a Pozas", apuntan fuentes conocedoras de la escena. Asimismo, añaden que está completamente obsesionado con lo que se publica, sobre todo en las redes sociales.

En el club no dan crédito a este nuevo show de Guerrero, pero también sorprende que se queje de filtraciones cuando, tanto en el consejo como en las oficinas, siempre se le ha señalado a él como responsable de muchas de las noticias confidenciales que trascendieron durante el verano. Durante largo tiempo, así fue a través de una cuenta en las redes sociales que el club ya ha logrado cerrar definitivamente. Hace algunas semanas, incluso el presidente de la institución, Paulino Rivero, llegó a hablar de la conveniencia de reformar el Código Ético del representativo para así poder sancionar algunos comportamientos realizados por directivos como éste. Antes de arribar en las filas del representativo, Guerrero fue director deportivo del Extremadura UD, San Fernando y CD Castellón.

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Por varias semanas, Guerrero había procurado mantenerse lejos de los focos. Incluso pidió al jefe de Prensa, Javier Armas, no salir en las fotos de la presentación de Pepe Mel. Desde entonces, había mantenido un perfil bajo en sus redes sociales y había pasado largas estancias en su Sevilla natal. Fue así hasta el domingo, cuando metió la pata otra vez al asociar un mensaje político en su cuenta personal en X (antes Twitter) al anuncio solidario realizado por el club ante la catástrofe de Valencia. El detalle no gustó en absoluto a algunos de sus compañeros del consejo. Guerrero había optado también por no hacer declaraciones y había manifestado a algunos agentes de confianza que se veía fuera del club en enero. Ahora, ha querido volver a adquirir protagonismo.

Acusado por varios aficionados de proferir manifestaciones contra ellos desde la zona noble del Heliodoro ("¡cómeme los huevos!", llegó a decirles según la denuncia realizada por un abonado), ahora ha sido en privado y con los jugadores del B. Absolutamente distanciado de Mauro Pérez, a quien apenas le dirige la palabra como así pudieron comprobar los futbolistas del primer equipo en el desplazamiento a Alfaro, Guerrero sobrevive en el club como puede. Ahora, vuelve a dar la nota.