El CD Tenerife inicia la etapa Mel con un empate en casa y mucho trabajo por hacer por parte del nuevo entrenador
El Sporting de Gijón marcó primero en el segundo tiempo y pudo igualar Diarra en el minuto 83. Dani Fernández fue la gran apuesta del técnico madrileño en la alineación blanquiazul.
Óscar Herrera
Tras el ruido externo de la manifestación previa, llegó el momento del fútbol con los primeros pasos del nuevo CD Tenerife de Pepe Mel, que introdujo cuatro novedades en el once y situó a Teto de mediocentro, a Medrano recuperando su sitio en el lateral izquierdo y como gran novedad, la titularidad de Dani Fernández escorado al lado derecho con Luismi Cruz de mediapunta por detrás de Enric Gallego. Con un Sporting muy atrevido en los primeros minutos, fue entrando poco a poco el Tenerife en situación de estabilidad aunque sin claridad. Evitó Salvi Carrasco en el minuto 19 un tiro de Queipo que iba dentro y el equipo asturiano merodeaba el área peligrosamente los dominios del meta blanquiazul. En los locales, se iba diluyendo Luismi Cruz y empezó a paralizarse el circuito ofensivo a excepción de incursiones aisladas de Waldo Rubio, único estilete ofensivo de los de Mel. Sin un dinamismo con balón y cada vez más lentos, el Sporting olió las dudas y en el minuto 37 llegó el gol de los de Rubén Albes en una acción horriblemente defendida y que remató solo Rober Pier cerca del área pequeña para fusilar a Carrasco. Un gol que desnudó las inseguridades del Tenerife y que se marchó al descanso desubicado y cabizbajo.
Mel reacciona en el vestuario y mueve tres fichas
Visto lo visto, Pepe Mel optó por sacar a tres jugadores (Medrano, Dani y Enric), y dar entrada a David Rodríguez, Diarra y Yanis. No funcionó, y el Tenerife no mejoró en el tramo inicial del segundo tiempo, con un Sporting de Gijón muy cómodo y sin ser exigido. Así las cosas, nuevo cambio antes del minuto 60 con la sustitución de Waldo Rubio que dejó su sitio a Cantero. Desde el punto de vista anímico, se percibía un equipo descompuesto y muy tocado, más allá de los recursos futbolísticos, que eran limitados. Maikel Mesa fue el último cambio y justo al minuto de entrar al verde tuvo una ocasión con disparo al borde del área que atajó Yañez. El conjunto gijonés empezaba a acusar el calor y el desgaste y eso le daba expectativas a un Tenerife todavía agarrado a sus opciones de, al menos, no perder. Y llegó el empate en el minuto 83 con un remate inverosímil de cabeza de Yusi Diarra que provocó la agitación de los 15.300 espectadores presentes en el Rodríguez López que creían todavía en la remontada.