Desde pipí de gato hasta ron con frambuesas: Tenerife ha podido descubrir a qué huele el universo
La astrónoma y perfumista Marina Barcenilla impartió un taller olfativo en el Parque Estelar Starlight en Güímar, en Tenerife. Una actividad única bajo las estrellas que acabó con un público asombrado al descubrir a qué huele la luna, Júpiter y el espacio, entre otros.
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Santa Cruz de Tenerife
¿Se han preguntado alguna vez a qué huele el espacio? María Barcenilla se hizo esta pregunta hace algunos años y, a día de hoy, puede responderla. "El espacio no huele muy bien, apesta. Está lleno de gases venenosos." Es de las primeras afirmaciones que hizo esta astrónoma, planetóloga, investigadora científica y perfumista que impartió durante dos días un taller olfativo en el Parque Estelar Starlight Reserva del cielo y de la tierra Barranco de Badajoz, en Güímar.
Marina Barcenilla lleva casi tres décadas inmersa en el mundo de la perfumería pero también ha estudiado astronomía y planetología, y ahora mismo está terminando el doctorado en astrobiología. "Esta niña es tonta, déjate de estudiar, no vales para nada", le decían sus profesores en la escuela. "Acabé siendo perfumista, con un montón de premios, tengo mi escuela de perfumería y, cuando me hice mayor, les di a todos una lección porque sé yo más que ellos.", afirma orgullosa Barcenilla.
Una combinación de estudios e inquietudes que ha dado como resultado la posibilidad de poder oler el universo. Su proyecto se llama Aromatom: la fusión de los dos mundos, hablando del espacio a través de la nariz. "Ofrecemos un viaje espacial a través de la nariz, y es una manera de conocer el espacio desde muy cerquita", explica la científica.
"El espacio no se puede oler, pero no está vacío"
"Olores del universo" es una actividad preparada especialmente para gente joven, interesada en el espacio, aunque apta para todos los públicos. A través de un diálogo coloquial, acercó el universo a lo allí presentes sin necesidad de tener conocimientos previos: "En el espacio no se puede oler porque no hay aire, pero el espacio no está vacío."
Marina estudió detalladamente la composición de los cuerpos celestes y la química de los planteas para recrearla en la Tierra, ya que, explica "las mismas moléculas que están por el espacio, están también en nuestro planeta." ¿A qué huele la Luna? Con el paso del tiempo, los científicos han podido analizar los minerales que conforman las piedras de la luna.
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"Los astronautas que fueron a la luna, cuando daban paseos y volvían, estaban cubiertos de polvillo de luna. Hay un polvo muy fino que se mete por todos lados, por eso cuando se quitaban el casco podían oler algo", explica Marina Barcenilla la experiencia de los astronautas lunares. "Todos coindicen en que huele a pólvora quemada, como si alguien hubiese disparado una pistola o una escopeta."
¿Y Júpiter?
Júpiter es casi todo helio e hidrógeno, pero también hay otras moléculas compuestas de amoníaco, "que huelen muy mal." Barcenilla quiso ilustrar al público acerca de este olor "desagradable" y preguntó: "¿Alguien tiene gatos en casa?¿Sabéis ese olor cuando el gato hace pipí? Pues Júpiter huele un poco a pipí de gato, o también a pescado podrido." También hay moléculas de cianuro de hidrógeno que tienen un olor parecido a la almendra amarga o al mazapán, que también están presentes en Júpiter.
La química del espacio, a medida que nos separamos del sol, va cambiando, "y encontramos olores que van desde la mantequilla rancia, antiséptico, a medicamentos, a pescado, a miel..." Y lo más curioso de todo es el olor al espacio en general. Marina Barcenilla lo ha catalogado como "la fiesta galáctica" ya que se resume en olor a frambuesa, ron y esmalte de uñas.
La actividad finalizó, precisamente, oliendo una sutil fragancia de ron a la vez que los asistentes probaban un agua infusionada con frambuesa.