Ni machetazos, ni violaciones: un historiador marfileño desmonta el discurso de Vox sobre las menores migrantes

Horas antes de la conferencia sectorial de infancia que debe aprobar el reparto de menores migrantes entre comunidades autónomas, el líder de Vox ha vuelto a culpar a los niños y adolescentes acogidos en Canarias de cometer graves delitos. Sin embargo, el Archipiélago acoge casi seis mil menores migrantes en su territorio y los datos de delincuencia son notablemente inferiores a la media española y europea. En Canarias hay más migración y menos delincuencia, pero la ultraderecha insiste en falsear los datos e infundir el miedo. «No seremos cómplices de los robos, ni de los machetazos, ni de las violaciones», aseveró el líder ultra ayer, reiterando su amenaza de romper los gobiernos con el PP si apoya la distribución de los casi seis mil menores que acoge Canarias en soledad. El PP canario está muy lejos de esa postura. El vicepresidente del Ejecutivo de Clavijo llegó a decir que habrá acuerdo dentro de su partido «cueste lo que cueste», literalmente. La postura de ambos partidos de la derecha parece irreconciliable. El argumento de Vox es falso, como reconoció la propia Fiscal General de Canarias hace unos meses. «No hay ningún dato que avale un aumento de la delincuencia por la llegada de migrantes», dijo María Farnés Martínez Frigola en Hoy por Hoy Las Palmas. El historiador marfileño Dagauh Komenan, especialista en Relaciones Internacionales e investigador de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, explica que la violencia no es un fenómeno vinculado a la migración, ni mucho menos a los menores migrantes. «En un grupo de 30.000 personas, si quieres ver una catástrofe cada día, puedes encontrarla, porque en un año hay 365 días. Puedes encontrar una catástrofe al día y mostrarla en bucle para encender el miedo», explica el también miembro de la Federación de Asociaciones Africanas. «Hay un discurso intentando decir que esto es falso, pero no hay una aportación de datos que desmienta esos bulos. Es importante que la gente tenga datos que permitan contrarrestar este tipo de argumentos con hechos», explica el experto. «Datos que permitan concluir si la migración es un peligro, una carga o una ventaja. Analizar las regularizaciones anteriores y plasmar cuáles fueron sus consecuencias, para que la gente tenga una información adecuada», añade. Los datos del Ministerio del Interior no reflejan un incremento de la delincuencia asociado a la acogida de adolescentes que llegan solos a las costas. Uno de los bulos más recurrentes sobre la migración es que cercenan posibilidades laborales a la población local. Este argumento ha perdido fuerza en los últimos años, porque se ha demostrado que es falso. Con el tiempo, se ha sustituido por el viejo mito de la violencia, entre otras cosas, por la multiplicación de las pantallas que permite la reproducción masiva y en bucle de episodios violentos aislados. «No hay ni siquiera una competencia directa entre las personas migrantes y la población local para ocupar puestos de trabajo», explica el experto. «Existen ejemplos de algunos países que se han cerrado a la migración y que tuvieron que enfrentarse a situaciones difíciles, el último fue Inglaterra, con problemas muy graves para abastecer las ciudades tras el Brexit. También Japón está modificando la Ley de Migración para permitir trabajadores extranjeros», explica Dagauh. «Sigue habiendo muchas personas sin comprender la realidad de los fenómenos migratorios y sus efectos. La sociedad canaria sigue alejada de la expresión de la migración, nos sigue faltando un enfoque comunitario en la gestión de este asunto», añade Vicente Zapata, experto en geografía humana en la Universidad de La Laguna. «La búsqueda de la esperanza es un gesto de desesperación que empuja a la gente a moverse», recuerda el historiador marfileño. «En Afganistán, cuando los talibanes tomaron el poder y los estadounidenses se fueron, una madre dio su bebé a unos soldados americanos desconocidos. No he visto a nadie decir que esa madre estaba loca para confiar en unos soldados de conocidos de un país donde es más fácil comprar un arma que un antibiótico. Es únicamente la búsqueda de una esperanza» «En el caso de los menores hay que tener en cuenta que no migra la persona, son proyectos familiares. Los menores vienen a cumplir una misión, que es ayudar a su familia. Intentar que los procesos se mantengan», explica Vicente Zapata. «En el Sahel hay un incremento de la violencia. Mauritania es un estado liberticida que hace lo que le da la gana sin que nadie le cuestione porque es un aliado de la Unión Europea en cuestiones migratorias. En Senegal, tras la ola de esperanza que ha despertado la elección de Bassirou Faye no hay cosas concretas», añade Komenan. «¿Qué se espera que la gente haga?, ¿Qué se queden allí?, ¿Qué se mueran de hambre?», se pregunta. En opinión de Komenan, Europa ha mostrado los límites de la política de externalización de fronteras. «Todo el dinero que se está invirtiendo en militarizar las fronteras durante décadas ha demostrado el fracaso. Impermeabilizar las fronteras es imposible. Hay que tener el valor de reconocer que esto no funciona y preguntarnos qué podemos hacer», explica. «El último paso es el Pacto Migratorio que favorece la violación de los derechos de las personas migrantes. Se ha normalizado un discurso anti migrante, sobre todo con los refugiados del sur», añade. «Los españoles han salido de España en todas direcciones desde el Siglo XIX hasta el final de la dictadura, pero hoy hemos olvidado que fuimos nosotros los que buscamos mejores condiciones en otros lugares», recuerda el historiador marfileño. «Se está produciendo un desgaste muy grande, seguimos recibiendo personas de forma continua cada día. En los últimos cinco años, Canarias ha recibido el equivalente a un cayuco con 73 personas al día y eso hace que aunque se le intente dar una respuesta positiva, la atención no sea la mejor», añade al análisis el profesor Zapata. «El conjunto del Estado debe ser corresponsable con las personas que llegan y que requieren una atención cualificada», explica. «Es una realidad que tenemos que asumir, Canarias es un territorio de migración. Se nos han quedado pequeñas las estructuras que hemos ido habilitando para gestionarlo e incluso para tener una adecuada interlocución. Esta crisis nos debería hacer reflexionar sobre esto», añade. «Los ayuntamientos deben ser más protagonistas en la gestión de estas cuestiones», concluye.

Ni machetazos, ni violaciones: un historiador marfileño desmonta el discurso de Vox sobre las menores migrantes

El historiador marfileño Dagauh Komenan, especialista en Relaciones Internacionales e investigador de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, desmonta con su análisis los bulos de la ultraderecha sobre los menores migrantes en Canarias

Javi Rodríguez

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