El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria quiere más monarcas en la ciudad
Quieren convertirse en 'Ciudad amiga de las mariposas monarca'
Mariposa Monarca / John Lund
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Las Palmas de Gran Canaria
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria quiere más 'monarcas' en su municipio, y no se trata de un arrebato de fidelidad a la Casa Real, ni la de aquí ni ninguna otra, sino de dar color al aire en parques de la ciudad. Se quiere aumentar el número de mariposas monarcas que sobrevuelan la ciudad. Para ello ha impulsado la generación de diez refugios en parques públicos, donde ha plantado más de 200 asclepias, la planta de flores amarillas y naranjas donde desova esta especie y de la que se alimentan sus orugas.
El Parque Doramas, Don Benito, la Mayordomía, el Parque Romano, Dominguito, La Paterna, Pino Apolinario, Las Magnolias, Los Giles y el Parque de las Edades son los espacios elegidos por Parques y Jardines, en colaboración con la asociación Monaria, para la plantación. Cada conjunto de asclepias ha sido señalizado con un cartel donde se advierte de la presencia de un refugio de mariposas y se pide colaboración para el cuidado del espacio y los insectos.
La iniciativa pública además busca el apoyo ciudadano para que Las Palmas de Gran Canaria pueda considerarse ‘ciudad amiga de las mariposas monarca’. Desde la Concejalía de Desarrollo Estratégico, Sostenibilidad y Energía, se ha lanzado una campaña a través de sus redes sociales para que en las ventanas, balcones o jardines privados se planten asclepias, la clave para aumentar el censo de mariposas. Junto a la asociación difunden el cuidado de esta especie entre los más pequeños, concienciando sobre el cuidado del medio ambiente.
Su migración más famosa en América del Norte
la mariposa monarca es un insecto lepidóptero que pertenece a la familia Nymphalidae, y esta especie lleva a cabo una de las migraciones más extensas. Las venas negras de la hembra son mucho más gruesas que las del macho. Además, los machos tienen una mancha oscura en el centro de una vena en cada ala. Esta mancha es una glándula que produce feromonas. Los machos son ligeramente más grandes que las hembras.
Las larvas se alimentan de varios tipos de apocináceas, algodón de seda, algodoncillo gigante o bejuco de leche entre otros. Por otro lado, los adultos obtienen humedad y minerales del suelo húmedo y la grava mojada. Se alimentan de algodoncillo, aster, cardos, zanahorias y alfalfa entre muchas otras plantas. Las monarcas que residen en América del Norte migran de forma anual tanto hacia el norte como hacia el sur, y viajan largas distancias en las que se ponen en peligro en numerosas ocasiones. Solo las monarcas individuales realizan parte del viaje completo. Las mariposas silvestres tienen una tasa de éxito migratorio mucho mayor que las que están criadas en cautiverio. Desde el siglo XIX, las monarcas se han extendido por todo el mundo y hoy en día existen muchas poblaciones que no son migratorias.
Se reproduce principalmente en zonas abiertas como pastizales o campos de cultivo, donde crecen los algodoncillos que se necesitan para que la larva pueda desarrollarse. Solo el 30% de los intentos de apareamiento terminan en cópula. Cuando la larva nace del huevo, se come los restos de este y luego pasa a comerse la planta donde se encuentra, hasta convertirse en una robusta y rayada oruga. Finalmente, de la pupa surge la mariposa naranja con rayas negras.
Se encuentra en peligro de extinción desde julio de 2022. Ha perdido mucho hábitat por el uso de herbicidas. Los parásitos y el clima son otras de las principales amenazas que afronta esta especie de mariposas. Está muy presente en América del Norte, y desde el siglo XIX se ha introducido en Nueva Zelanda y Australia. En la zona del Atlántico reside en las Islas Canarias, Azores, Madeira y Andalucía.
