De vacas y corderitos

La sesión plenaria celebrada ayer en el Parlamento de Canarias pareció andar bajo la influencia de Silvio Rodríguez, el curso de la Vía Láctea o la reminiscencia de la Revolución Cubana a golpe de guitarra de Carlos Puebla y Los Tradicionales. O tal vez, el arrejuntamiento de sus señorías, también estuvo marcado por el influjo del sector primario o quizás por la influencia del cine de terror, concretamente, de la película El silencio de los Corderos. Lo cierto es que el olor a productos lácteos aromatizaba el edificio de la Calle Teobaldo Power en la jornada de ayer. De ubres habló el Presidente Clavijo cuando ante las subidas de las tasas aéreas, se despachó diciendo que “Los aeropuertos de Canarias parecen una vaca que se viene a ordeñar para beneficiar a AENA”.

Escuchada la frase presidencial me vino a la cabeza la canción de Carlos Puebla. Aquella que dice que “para la leche que da la vaca se la tome el ternero”. Aunque me quedo con la impresión de que no nos va a aquedar otra que mamarnos la leche cortada de los amos aeroportuarios. La mayor dosis de espuma de mala leche la soltó por la boca el vicepresidente del Gobierno canario Manuel Domínguez, que una y otra vez llamó corderitos a los socialistas, a los que acusó de seguir el cayado, con i griega, del pastor Pedro Sánchez. Además, el vice califico de autómatas a los de Chano Franquis, lo que es todo un avance en I+D+I en el terreno político. Queda claro que Domínguez le va cogiendo la medida al cargo y ya se siente una especie de Hannibal Lecter que se apresta a dar dentelladas desde su condición de coprotagonista en el Silencio de los Corderos que vislumbra en las filas socialistas que están a la espera de la vuelta del elegido o autoelegido Ángel Víctor Torres para encabezar las elecciones Autonómicas que tendrán lugar dentro de tres años.

Eso sí que es previsión o convencimiento pleno de que el partido es mío y por lo tanto yo soy el señor que apacienta mi rebaño. Ahí están enfrascados unos y otros en sus cuitas lácteas y ovinas, pero a mi lo que me preocupa es que estén haciendo la cuentas de las lecheras y el cacharro de las dificultades de las familias canarias sigan creciendo. Para muestra, el recordatorio de Cáritas de que mil familias de Tenerife necesitan ayudas , aunque sus sustentadores son trabajadores. Y es que las ubres de muchas ovejas, vacas, y cabras no dan para más. Mierccoles, 7 de febrero. Buenos días, La Palma. Buenos días, Tenerife