El Proyecto Aurora reclama más plazas residenciales para víctimas de violencia machista
Se trata de un proyecto puente entre los centros de acogida y la integración social y laboral
Palma
El proyecto Aurora, concebido como un puente para que víctimas de violencia machista consigan ser autónomas en viviendas residenciales, reclama más plazas aparte de la cincuentena con las que cuenta actualmente. Destacan los muchos perfiles de las mujeres víctimas y el trabajo interdisciplinar de las trabajadoras de esas viviendas que ayudan a estas mujeres psicológica, social y jurídicamente, y reconocen que se chocan con la realidad de la emergencia habitacional.
El proyecto Aurora tiene pisos distribuidos por municipios de toda Mallorca donde viven de manera autónoma mujeres víctimas de violencia machista junto con sus hijos en muchas ocasiones y que cuentan con el apoyo de profesionales. María Domínguez la directora del proyecto reclama más plazas ante una necesidad real.
Dice Domínguez que el proyecto Aurora es un puente, llegan derivadas de casales y centros de acogida donde han necesitado una atención total y empiezan a dar sus pasos hacía la autonomía. Tienen 3 perfiles: mujeres que han sufrido violencia machista por su pareja, que han sufrido trata y prostitución y LGTBIfobia
En estas viviendas se sigue dando atención 24 horas y presencialidad según necesiten pero es un formato diferente a los centros de acogida con intervención sociológica, educativa, laboral, jurídica y de apoyo a la infancia y adolescencia cuando tienen hijos.
Se elabora un plan para cada mujer, para humanizar a quienes han sido deshumanizadas dice Domínguez, una recuperación específica a la mujer maltratada ya que cada una tiene su propio proceso. Señala la directora de Aurora que estas viviendas son de carácter temporal y reconoce que dentro del proceso también están afectadas por los altos precios de la vivienda en el archipiélago.
