Salut aplicó la muerte asistida a once personas en 2023, el doble del año anterior
También aumentan las solicitudes. Se cerraron 37 durante el pasado año. 14 personas fallecieron mientras esperaban respuesta
Una persona coge la mano de un enfermo.(Getty Images)
Palma
Un total de once personas en Baleares vieron cumplido su deseo de terminar con su vida mediante la aplicación de la muerte asistida. En total, el Govern recibió 43 solicitudes durante 2023, de las que seis no han llegado a elevarse y estudiarse a tiempo, por lo que hablamos de 37 expedientes tramitados, según la Conselleria de Salut.
Aquí se aprecia un aumento sustancial respecto a años anteriores. La Ley Orgánica 3/2021 de Regulación de la Prestación de Ayuda para Morir se aprobó en marzo de 2021 y dejó nueve solicitudes, de las que se aprobaron seis. Ya en 2022, primer año completo, se elevaron 25 expedientes con el mismo número de asistencias, seis.
En este sentido, Javier Velasco, presidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente, ha señalado que aún esta herramienta no se conoce del todo y que "todavía es fuerte el tabú de la eutanasia, que hace que pensemos poco en la muerte, que es algo que nos ocurrirá inexorablemente". Sin embargo, se aprecia un crecimiento que proseguirá en los años próximos. "Estamos muy por debajo de otros países, pero en la medida que se conozca, habrá mayor demanda", ha asegurado.
Hay aspectos por mejorar más allá del conocimiento, como sería la simplificación de la burocracia. En el caso de Baleares, 14 personas fallecieron antes de que se determinara la respuesta final a su solicitud. El tiempo transcurrido desde el primer requerimiento hasta la aplicación es de 60 días de media, "mejorable", según Velasco, pero no mucho más, ya que estas 14 personas murieron en una media de 19 días. Ha subrayado, por tanto, la necesidad de informar, dar a conocer la Ley y anticiparse.
En cuanto al personal médico de asistencia, la actitud es positiva, generalmente, "pero los hay que obstaculizan el proceso continuamente". Velasco ha apuntado a los objetores de conciencia, "que tienen derecho a renunciar a la aplicación de la eutanasia, pero tienen que trasladar ese expediente a sus superiores, que no siempre es así, y es inadmisible".
Ha lamentado, por otra parte, que la entrada de la extrema derecha en los gobiernos del Partido Popular pueden llevar a regresiones en derechos de este tipo. En el caso de Baleares, el pacto de investidura entre PP y Vox, que ya anunció la presidenta Prohens que dejaba de existir tras la renuncia de la ultraderecha a seguir apoyándolos, recogía el "compromiso a desarrollar la ley de derechos y garantías de la persona en el proceso de morir, asegurando una asistencia sanitaria digna y el acompañamiento familiar, médico y espiritual de los enfermos, para defender la cultura de la vida frente a la eutanasia, como única salida al dolor".
Velasco ha apuntado que "es un ejemplo de la intención de estos dos partidos de impedir ese derecho; en este caso, con palabras inadmisibles y afirmaciones falsas". "Los cuidados paliativos, en primer lugar, no son antagónicos a la eutanasia. Además, esta no es la cultura de la muerte, como suelen achacarnos, es la cultura de la vida o de la buena muerte. Es un derecho que tienen los ciudadanos y no una obligación, ellos sí que quieren obligar eliminándola", ha subrayado.
