Los ayuntamientos de Baleares toman medidas para reducir el consumo de agua
Reparación de fugas, disminución de la presión o campañas de concienciación son algunas de las iniciativas
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Construction Photography/Avalon
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Palma
Los municipios de las Islas trabajan para reducir el consumo de agua con la reparación de las fugas que provocan pérdidas de hasta un 60 por ciento, disminución de la presión durante la noche o con campañas de concienciación. Todo precisamente en una semana en la que el municipio de Deià, en la Serra de Tramuntana, ha cerrado el grifo a los grandes consumidores, como hoteles y viviendas aisladas, fuera del núcleo urbano, y que la gran mayoría de estos afectados cuentan con piscina.
Gracias a los fondos europeos y también con una parte de la recaudación de la 'ecotasa' los ayuntamientos de Baleares ya han podido licitar, y de hecho, están ejecutando obras para renovar las instalaciones obsoletas de las tuberías que transportan el agua potable. Y es que las fugas están provocando que se pierdan hasta seis litros por cada diez que circulan bajo tierra.
El presidente de la FELIB, la Federación de Entidades Locales de Baleares, Toni Salas, admite que la sequía es un problema en el archipiélago, pero lanza un mensaje de tranquilidad porque los ayuntamientos no se han tenido que reunir para tomar nuevas medidas desde antes de la pandemia, cuando se acordaron decisiones para reducir el consumo, y que se continúan aplicando.
Medidas como la reparación de las fugas o la siembra de especies vegetales autóctonas que necesiten de un menor riego, y también la disminución de la presión del agua durante las horas de menor consumo, es decir, por la noche, con el fin de evitar el llenado de piscinas y también para que esas posibles pérdidas por las tuberías sean menores.
Además, todos los consistorios han impulsado campañas públicas para concienciar a la ciudadanía de la importancia de ahorrar agua.