Cáritas constata que hay "una pobreza estructural hereditaria en Ibiza, que pasa de padres a hijos"

Ibiza

El inicio de la temporada turística va dando un ligero respiro a Cáritas, donde se está viendo una reducción del número de personas que acuden en busca de alimentos, pero también constatan que hay una pobreza estructural hereditaria, que pasa de padres a hijos y que lo tienen muy difícil para salir de esa situación.

El coordinador de Cáritas, Gustavo Gómez, que ha pasado por el programa 'Hoy por Hoy para Ibiza y Formentera', dice que en lo que va de abril, han pasado de repartir alimentos a 60 familias a unas 40 y previsiblemente la cifra seguirá en descenso porque, si bien algunos ya tienen trabajo, todavía no han empezado a percibir salarios.

Lo que también han detectado es que hay una pobreza enquistada que pasa de padres a hijos y en estos casos, dice Gómez, es difícil revertir la situación. No ayuda, según el coordinador de Cáritas, la dificultad para acceder a una vivienda que, para muchas unidades familiares, supone destinar todos los ingresos a pagar el alquiler y no tener nada para comprar alimentos o invertir en formación para tratar de mejorar su situación. En este punto, reitera que las administraciones deben tomar medidas de presión fiscal para sacar al mercado inmuebles cerrados y buscar fórmulas para poner tope a los precios de los alquileres, pero también apela a los propietarios para que dejen de especular con un bien de primera necesidad.

Gómez confía en que la mayoría de los usuarios de Cáritas encuentren trabajo en el sector servicios, la limpieza o el cuidado de mayores. Quienes más difícil lo están teniendo, dice, son los procedentes de países como Colombia o Paraguay, que no tienen papeles y se ven obligados a trabajar en negro hasta que un empresario les ofrece regularizar su situación.