El 90% de los jóvenes de Baleares, de entre 13 y 18 años, consume pornografía
El 34% por ciento de los adolescentes varones lo hace de forma diaria, frente al 2,5% de las chicas
Palma
El 90 por ciento de los jóvenes de Baleares, de entre 13 y 18 años, consume pornografía. Además, el 34 por ciento de los adolescentes varones lo hace de forma diaria, frente al 2,5 por ciento de las chicas. Estas son algunas de las conclusiones del Estudio sobre pornografía en Baleares, que se centra en los adolescentes, y en el que han participado 3.600 jóvenes y 2.500 familias.
El 20 por ciento de los jóvenes consume pornografía de forma problemática, es decir, que su consumo acaba generando un impacto negativo en la conducta de estos adolescentes. Una de las encargadas de este estudio, Valentina Milano, asegura que se trata de una situación muy preocupante. Ya que la pornografía conlleva dos tipos de riesgos: el de contenidos y el de contacto.
El primero, el de contenidos, normaliza la cosificación de la mujer, las relaciones precoces y el riesgo de desarrollar conductas adictivas. Y también fomenta las violaciones grupales, que, según ha señalado Milano, han aumentado en los últimos años. Y el segundo, el de contacto, que se utiliza para captar a los niños para que compartan imágenes suyas desnudos y favorece la extorsión para que participen en actos sexuales.
Llama la atención que el 20 por ciento de las familias reconoce que sus hijos consumen pornografía. En este sentido, la consellera de Igualdad, Mercedes Garrido, dice que son muchos los padres que no saben qué pasa en sus casas.
Lluís Ballesteros, uno de los encargados del estudio, asegura que el acceso se ha normalizado en edades muy tempranas. Dice que el 76 por ciento de los jóvenes accede por primera vez antes de los 12 años. Además, en los últimos años se ha igualado entre chicos y chicas. Ballesteros dice que esto se debe a que la pornografía se ha transformado en un producto cultural de uso e intercambio habitual entre los adolescentes.
El 76 por ciento de los jóvenes consumen pornografía hardcore, es decir, actos sexuales con violencia explícita. Cerca del 31 por ciento de los chicos consumen pornografía de forma diaria y lo hacen con una media de 5 horas a la semana. En este sentido, Ballesteros señala que el consumo entre chicos y chicas se ha igualado, pero que son ellos los que optan por ver actos sexuales violentos.
Todo ello, según Ballesteros, deriva en cinco conductas. Se reduce el uso de preservativos, se llevan a cabo prácticas no deseadas, mantienen sexo con personas desconocidas, envian imágenes por petición de otros y filman actos sexuales de otras personas.
