Javier Marías, Premio Formentor
Por una vez, nos representa una creación artística, no una playa virgen falsificada para la foto
"La línea roja" de Matías Vallés (13/09/22)
01:20
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Dos mallorquines muy distintos, Tomeu Buadas y Simón Pedro Barceló, crearon y recrearon el Premio Formentor en el siglo XX y el siglo XXI.
Las primeras ediciones, bajo la tutela franquista, avalaron en los años sesenta el lanzamiento mundial de escritores como Borges y Beckett, inseparables de toda la creación literaria posterior.
El renacimiento del premio no ha sido menos fructífero, consolidando en todo el planeta a autores como Annie Ernaux o Javier Marías.
No es exagerado afirmar que el premio Formentor es una antesala del Nobel.
Y tampoco es necesario precisar que Formentor es una geografía inequívocamente mallorquina.
Sin embargo, el galardón ha tenido que emigrar las dos veces de la isla, en la primera ocasión por presiones políticas y en la segunda por las circunstancias económicas.
El premio Formentor vuela libre con su etiqueta mallorquina a cuestas.
Por fin hemos asumido que no necesitamos promoción turística, pero no está de más que Balears figure en los libros de los autores galardonados.
Por una vez, nos representa una creación artística, no una playa virgen falsificada para la foto.
Ahora ha muerto Javier Marías, personalidad insobornable y por tanto a menudo intratable, dignísimo Premio Formentor por la calidad de su prosa.
Aquí solo apuntaremos que siempre destacó el galardón mallorquín entre las decenas de premios que lo ennoblecían.
Y solo la muerte ha impedido que llegara al Nobel.