El niño acosado por los adultos
De la conselleria de Educación solo cabe concluir, en el único lenguaje que entienden los políticos, que su insensibilidad le ha hecho un flaco favor electoral al Govern
"La línea roja" de Matías Vallés (06/09/22)
01:13
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Tal vez por un error de fábrica reaccionario, no encajo demasiado bien a las personas que culpan de su comportamiento habitualmente criminal a la sociedad.
Tampoco simpatizo con quienes acaban justificando una matanza por las condiciones en que han vivido sus autores, sin darse cuenta de que apadrinan la ley de la selva.
Las personas son responsables de sus actos, pero incluso esta ley elemental posee una excepción, los niños.
Aceptamos lógicamente que personas de once años de edad no pueden responder de su conducta, que está en manos de sus mayores.
Por tanto, el niño brutalmente agredido y denigrado en Lloseta no solo es una víctima de sus compañeros, ni siquiera de los tutores de los alumnos que lo han afrentado, sino de la sociedad mallorquina en su conjunto.
La vergüenza por lo ocurrido se propaga por toda la isla.
Y por si el ensañamiento con el débil no tuviera suficiente gravedad, la reacción posterior de los adultos ha empeorado los insultos.
Decir que el centro de Lloseta afectado no ha estado a la altura es un eufemismo.
De la conselleria de Educación solo cabe concluir, en el único lenguaje que entienden los políticos, que su insensibilidad le ha hecho un flaco favor electoral al Govern.
En cuanto a dimisiones, en Sant Llorenç murieron trece personas y no se produjo ninguna.