El cambio cromático en Baleares
No he percibido una oleada de preocupación ante mis comentarios sobre la calima.
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La línea Roja Matías Vallés (22/06/22)
Palma
Cuando empecé en periodismo pensaba que bastaba con decir las cosas una vez.
Quedarían tan claras, que todo el mundo tomaría nota y no sería necesario repetirlas.
Con el tiempo aprendes que no basta con una ni con diez veces, y cuánta razón tenía nuestro paisano Cela al resaltar que “digo lo mismo que hace veinte años porque pienso lo mismo que entonces”.
Sin miedo a aburrirles por reiterativo, llevo media docena de comentarios advirtiendo de que la migración más peligrosa desde África hacia Balears se compone de arena.
Llega tanta, que Balears ya forma parte del desierto del Sáhara.
Pese a mi insistencia y a que me sobran razones, no he percibido una oleada de preocupación ante mis comentarios sobre la calima.
No resistiré, pero insistiré.
Ayer fue un día gris, aunque ya lo hayamos olvidado.
El mar oscuro, el cielo con neblina, la tierra llovida con agua arenosa.
Balears está perdiendo su luz característica, inigualable.
El cambio climático es un cambio cromático, que nos dejará sin color.
Recuerde, cambio cromático, a ver si con esta expresión tenemos mejor suerte.