4-0. El Mirandés se aprovecha de un Ibiza sin defensa

Ibiza

En el juego del pim, pam, pum, con un rival fallando más que una escopeta de feria, el Mirandés se ha llevado el gato al agua ante la UD Ibiza que no ha existido de medio campo para atrás y que en en algunos momentos ha cometido errores infantiles en el juego posicional sin balón.

Los locales que venía de una racha muy negativa de resultados, han contado con la inspiración de Rodrigo Riquelme, su jugador más talentoso autor de un doblete en la primera parte y de una asistencia en la segunda. El conjunto de Miranda de Ebro ha sabido aprovechar los espacios que dejaba atrás el conjunto celeste, sin ningún tapón defensivo en la zona ancha, con los extremos poco dispuestos a tareas de contención y con los laterales y centrales fuera de posición, lentos en la anticipación y fallones todo el encuentro.

Paco Jémez ha introducido varios cambios en el once inicial, en la portería recuperó la titularidad Germá, en la banda izquierda, entraron Escobar y Raúl Sánchez y en el pivote Javi Lara.

Antes de que Anduva celebrara los goles, el equipo ibicenco ha tenido tres claras ocasiones de gol en el primer cuarto de hora que no ha sabido aprovechar. Primero fue Raúl Sánchez quien entró como quiso en el área, pero su remate flojo con la derecha lo sacó Juan. Después el central Arroyo cometió una pifia en la salida de la pelota, se dejó robar la cartera por Guerrero y el balón le quedó franco a Ekain, cuyo toque con la derecha fue despejado de nuevo por el cancerbero local. Y poco después Diop con toda la portería a su favor cabeceaba desviado un centro lateral.

También hubo un susto en el área ibicenca, con un centro rasó que pifió Camello con todo a su favor ante la pasividad de la zaga visitante. Pero la iniciativa era de los de Jémez, la defensa del Mirandés hacía aguas y parecía cuetión de tiempo el gol ibicenco porque se jugaba en campo de los locales. Sin embargo, a los 23 minutos un ataque del Ibiza por banda izquierda acabó con un despeje, con el Ibiza mal posicionado para el repliegue, Riquelme aprovechó la fragilidad pitiusa, nadie le entró, para llegar a la frontal y batir a Germán con un perfecto disparo.

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El tanto hizo daño al Ibiza, que ya no recuperó la verticalidad ofensiva y seguía dejando una autopista atrás, con la defensa plantada en el medio campo, pero sin presionar la salida de balón. Camello falló un gol cantado, y quien no perdonó poco después fue de nuevo Riquelme, después de una buena maniobra de Camello arrastrando a los centrales de la UD, y dejando al delantero en posición franca para volver a fusilar a Germán. De los centrocampistas ibicencos no había noticias en tareas defensivas, ni las hubo en todo el choque.

Apagado Herrera en ataque y anulándose a si mismo Rául, Ekain volvió a intentarlo de chilena, pero no encontró portería. Así se llegó al descanso.

Jémez buscó repetir la fórmula de la pasada semana con un triple cambio a los pocos minutos de la reanudación sacando del campo a Diop, al que la temporada se le está haciendo muy larga, Cifuentes, que se fue malhumorado por la sustitución y a Raúl Sánchez, dando entrada a Miki Villar, Gálvez y Davo. Antes de que se pudiera notar el efecto de los cambios, el Ibiza volvió a ser un equipo frágil atrás permitiendo la maniobra de Riquelme por banda izquierda y su centro raso lo cazo Messeguer, anticipándose a Goldar para mandar el balón a la red. Ya había dado dos avisos el Mirandés en la reanudación y el terceró no lo perdonó.

Con media de hora de juego por delante, el Ibiza seguía deaumbulando por el campo y Jémez hizo debutar al joven delantero Mike Cevallos, que ha jugado en el Sant Rafel esta campaña. Y en el juego de los despropósitos, los ibicencos tampoco supieron defender una jugada a balón parado, en un lanzamiento de esquina que cabeceó Garrido anticipándose en el salto a dos defensas de la UD.

En los minutos finales entró Álvaro Jiménez por Herrera y probó fortuna sin suerte tras una acción de Villar y el Mirandés rozó la manita con un remate acrobático. No hubo tiempo para más y el Ibiza sufrió un duro correctivo en un encuentro en el que se olvidó de que los partidos se ganan marcando goles, pero también exhibiendo solvencia defensiva.