El Torneo ATP 250 de Gijón peligra por la retirada de su patrocinador israelí

Gijón

El Torneo de tenis ATP 250 previsto para noviembre en Gijón está en el aire, después de que la empresa israelí Watergen haya decidido retirarse de la organización y del patrocinio del evento por el contexto geopolítico. La tecnológica justifica que no quiere verse inmersa en un "conflicto diplomático" y en las posibles amenazas o boicots que podría sufrir el torneo tras el reconocimiento del Estado Palestino por parte del Gobierno de España. Tras intentar sin éxito convencer a los responsables de Watergen, el ayuntamiento de Gijón y la Federación Asturiana de Tenis buscan "contra reloj" un nuevo patrocinador que pueda aportar una cantidad similar al millón de dólares que aportaba la compañía israelí, así como una empresa que se haga cargo de la organización. Las opciones de que el Gijón Open se celebre están, en este momento, "al cincuenta por ciento". La decisión definitiva deberá conocerse antes de un mes.

Ayuntamiento y Federación no tiran "la toalla" y trabajan desde hace días en diferentes alternativas para tratar de mantener un evento deportivo de primer nivel que se celebraría por segunda ocasión en Gijón y que se desarrollaría entre el 3 y el 9 de noviembre. A favor de Gijón juega el interés del propietario de la licencia por mantener el evento en la ciudad. Watergen gestiona esa licencia subcontratada, que es la correspondiente a la Copa Kremlin.

El concejal de Deportes de Gijón, Jorge Pañeda, apunta directamente en el reparto de responsabilidades al Gobierno de España: "Esta situación nos viene a demostrar que la toma de decisiones arbitrarias con asuntos de tanto calado internacional como este tan solo por intereses electoralistas tienen consecuencias a nivel local y acaban perjudicando proyectos tan importantes a nivel local como es para Gijón este torneo ATP 250".

La vinculación del torneo gijonés con una startup israelí generó polémica desde un primer momento. El Grupo Municipal de Izquierda Unida criticó que la ciudad se vinculara a una compañía señalada y sancionada por Ucrania por sus vínculos por Rusia (un extremo negado por el propietario de Watergen, el millonario georgiano Mikhael Mirilashvili) y proveedora del Ejercito Israelí en plena guerra de Gaza. Mirislashvili fue condenado en el año 2000 a ocho años de cárcel, acusado de ordenar el asesinato de los dos hombres que mantuvieron secuestrado a su padre durante dos semanas.

Gijón busca ahora otro compañero de viaje para intentar sacar adelante el evento deportivo.

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