El parricida de Soto de Ribera persiguió a su padre herido hasta darle caza y decapitarlo

Oviedo

Las investigaciones de la Guardia Civil en torno a la muerte y decapitación de un vecino de El Picón, en el concejo de Ribera de Arriba, han permitido hacer ya una primera reconstrucción de los hechos que este lunes por la noche provocaron el terror de los testigos directos de lo ocurrido y de los vecinos que con el paso de las horas fueron conociendo los macabros acontecimientos. El relato que han conseguido hilar los investigadores comienza con la agresión sufrida por la víctima en su propio domicilio, donde su propio hijo arremetió contra él con un cuchillo o un arma blanca de grandes dimensiones. Malherido, el hombre -de unos 70 años- trató de huir y de pedir auxilio, pero por el camino su hijo -totalmente enajenado- le alcanzó a las puertas de la casa de unos vecinos, le propinó dos machetazos letales y luego lo decapitó.

Un detalle importante es determinar posibles antecedentes de enfermedad mental por parte del agresor, un hombre de 46 años que no residía con su padre pero que le visitaba con cierta frecuencia. Los testigos aventuraban que la persona que intentó agredirles estaba bajo los efectos de alguna droga, pero ahora la Guardia Civil pone el foco en sus antecedentes psiquiátricos, aunque en Soto, los pocos vecinos que le conocían de vista no están al tanto de ningún problema de este tipo más allá de describirlo como una persona “rara” que de vez en cuando visitaba a su padre y que no se mostraba especialmente sociable.

De momento no hay previsión de puesta a disposición judicial del detenido a la espera de que los servicios médicos determinen sus condiciones psíquicas. Por ahora la Guardia Civil custodia al detenido en las dependencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Entre tanto el pequeño concejo de Ribera de Arriba se ha despertado este martes en estado de shock, particularmente los vecinos que ayer en torno a los diez de la noche fueron atacados por el ahora detenido cuando circulaban con sus coches por la Nacional 630 y a la altura de la glorieta de Soto de Ribera. El hombre, evidentemente exaltado y armado con un hacha, arremetió contra varios vehículos, algunos de cuyos conductores han relatado que vieron cómo el detenido pateaba una cabeza humana, que resultó ser la de su padre.