Cazorla, una operación redonda que traspasa fronteras
La vuelta del asturiano ha provocado una euforia e ilusión pocas veces vista en el Real Oviedo y su entorno.
Santi Cazorla en El Requexón (Real Oviedo)
Oviedo
Ha sido una semana especial y de muchas emociones para cualquier oviedista. Alguno ya no se acordará de lo que pasó en Tenerife. Otros no querrán acordarse. Pero en la primera jornada el equipo estuvo muy lejos de dar su mejor versión. Y hasta ahí. Porque cualquier otro tipo de análisis que se pueda hacer durante estos días ya es totalmente irrelevante con lo visto en la isla. Un pequeño gran paréntesis dentro de la decepción.
Lo que pasó apenas 48 horas después de ese debut liguero ha cortado de raíz cualquier debate sobre las miras a futuro o las dudas de cómo podría transcurrir la temporada en el conjunto azul. El fichaje de Santi Cazorla lo ha eclipsado todo. No es para menos. El impacto de su llegada ha sido tal que la ilusión en la ciudad se ha vuelto a disparar tras el enfado por la derrota contra el conjunto de Asier Garitano.
El camino de vuelta que ya tomaron años atrás futbolistas como Esteban, Michu o Berjón, sumado al amor a un escudo y a las buenas relaciones que mantiene con el Grupo Pachuca y la dirección deportiva, ha servido de motivación para marcharse de Catar después de tres años y regresar a la 'tierrina' junto a su familia. Como en casa en ningún sitio. Dos décadas después, la consecución de dos Eurocopas con la selección española, once operaciones y una pandemia, entre otras muchas cosas, han tenido que pasar para ver a un símbolo del oviedismo vestido de azul de nuevo.
Solo hay que darse una vuelta por los diferentes medios de comunicación para comprobar que este último fichaje del Real Oviedo no es uno más. La noticia de la llegada del centrocampista ha recorrido medio mundo por el simple hecho de ser quien es. Y solo eso ya ha provocado que el foco del panorama nacional e internacional se haya puesto en el cuadro ovetense. Eso no lo consigue cualquiera.
Por no hablar de los ingresos económicos del club carbayón, que simplemente con el aumento del número de socios en las últimas horas -500 más en un día- ya ha quedado cubierta la ficha del futbolista, o de la locura que se vivirá cuando su camiseta se ponga a la venta por el "módico" precio de 100 euros aproximadamente. Se avecinan cifras de récord. Ya si la temporada del Oviedo y Cazorla es buena, qué te voy a contar... En resumen, una operación redonda, que ya sería de matrícula de honor si Santi consigue dar una buena versión de sí mismo. Si el propio protagonista considera que tiene mucho que ganar y nada que perder con su regreso, ya dice mucho de su mentalidad para emprender esta nueva etapa.
Ahora es cierto que puede existir la duda de la posición del asturiano sobre el campo. Incluso no sería descabellado ver a Cervera modificar su sistema para que él y el equipo se puedan encontrar cómodos. Doble pivote, interior, mediapunta, caído a una banda...Las opciones son varias para el técnico, y sin duda él sabrá cómo sacarle el mejor rendimiento, pero jugando un poco a ser entrenador personalmente me imagino un 4-1-4-1 o un 4-2-3-1 con Cazorla actuando por dentro, siendo bien respaldado, y seguramente esta sea a alternativa que permita brillar más al llanerense. Siempre de enlace con el centro del campo y la delantera. El balcón del área debería ser su hábitat natural.
El rompecabezas ahora es para Álvaro Cervera, que mientras anhela un centrocampista de corte defensivo, el club le ha concedido dos jugadores que claramente elevan el nivel de la zona "caliente" del campo. Justo ahí, donde muerden los cocodrilos, donde a muchos se les apagan las luces, es en la zona que se demanda más calidad para poder ser diferencial. En ese aspecto, en la parcela de tres cuartos, Seoane y Cazorla están llamados a ser determinantes. Camarasa también tendría que contribuir.
No es que un primer partido ya sirva para sacar conclusiones generales, pero si de algo careció el Oviedo en Tenerife -al igual que ocurrió durante casi toda la temporada pasada- es de falta de frescura en ataque. Las ideas o buenas decisiones en los últimos metros brillaron por su ausencia. Partidos atascados y con defensas bien posicionadas, que de estos habrá un rato, un último pase, un balón parado, un disparo desde fuera del área o una llegada de segunda línea son armas con mucho potencial para ganar ese tipo de encuentros.
En definitiva, la llegada de Cazorla es evidente que es un fichaje que traspasa lo meramente deportivo. Simplemente el gesto que ha tenido de querer volver y en las condiciones que lo ha hecho, ya le puede liberar de cualquier tipo de presión añadida por querer agradar con su fútbol. Porque Santi, aunque esté de vuelta como quien dice, mantiene esa ilusión y ese gusanillo de jugar en el equipo de su corazón y frente a miles de gargantas coreando su nombre en el Carlos Tartiere.
Su debut todavía tendrá que esperar unas semanas, pero si el físico y las lesiones se lo permiten, ya son casi 39 años, seguro que hará levantar del asiento a más de uno. Minutos de calidad, unos días podrán ser más y otros menos dependiendo de su evolución, siempre los habrá. Y solo por eso, además de por todas las razones comentadas, el Oviedo y su afición ya han salido ganando. También mencionar su aportación dentro del vestuario, que será incuestionable y clave para muchos.
"El mago", como así se le conoce en el fútbol, ha aceptado el reto con la esperanza y el sueño de poder devolver a su equipo a Primera División. En ese camino, de 42 partidos como mínimo, viviremos decenas de calurosas ovaciones para el futbolista. Su trato exquisito del balón y su buen comportamiento en cada sitio que ha estado, nos hará ver grandes recibimientos en todos los campos de España, al igual que sucedió en su día con el adiós de Iniesta o mismamente con Joaquín la temporada pasada. Una leyenda del fútbol español no merece menos que despedirse cuando él quiera y, con un poco de suerte, por la puerta grande. El último baile no ha hecho más que comenzar.