¡Socorro!
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El comentario de Carlos Prieto en 'La Ventana de Asturias' (24/05/2022)
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Asturias
Les confieso que en las últimas semanas vivo sin vivir en mí, rodeado de tantas noticias que me cabrean e indignan que estoy a un paso de encadenarme a la estatua de Pelayo. La retahíla de despropósitos es aún mayor que el juego del Sporting y, además, estos suponen un gasto a las administraciones, que pagamos usted y yo. Lo del Muro no tiene nombre. Como tantas cosas que pasan desde hace muchos años en la villa de Jovellanos, que se ha empeñado en tropezar una y mil veces con la burocracia. Ahí siguen el 'solarón', el plan de vías, el metrotrén, Tabacalera y el infame 'cascayu'. Obras y contra obras y venga dinero público. Y como gastamos poco vamos a cambiar también las ventanas de la Laboral. La Universidad y el Ayuntamiento de Oviedo es otro sainete por el traslado de Minas a Mieres, que aún no entiendo bien porqué se hace, qué beneficios aporta y cuánto se ahorra la institución académica para justificarlo. Y en Avilés lo de Ciudadanos más que una comedia es un dolor. Dimiten dos concejales en un mes y en el partido cortan cabezas al más puro estilo Robespierre.
Como ven, cuecen habas por todas partes. Y uno que andaba un poco justo y ponía el Telediario con horror al ver las atrocidades de Putin y sus tanques con la hoz y el martillo por las tierras de Ucrania, no da crédito al ver a Fernando Simón hablando del peligro del virus de un mono y un lío de saunas. Apago la tele y pienso que lo que vi no lo vi y fue una pesadilla. Vuelvo a encender y entonces veo a Juan Carlos I haciendo el ridículo en un barco y no sé si me da más pena que rabia y no entiendo que entre tantos dignos acompañantes no haya uno solo que acabe con una imagen tan tétrica y lo devuelva a Abu Dabi como sitio más cercano.
Así que los únicos que me han aliviado las penas han sido nuestros héroes del Ejército que regresan triunfantes de Mali tras cumplir una misión humanitaria. Ellos sí merecen la pena, demostrando que aún hay gente en este país por la que seguir levantando la persiana cada mañana.