Por qué los médicos huyen de la atención primaria
Por primera vez no se han cubierto en Asturias las plazas MIR disponibles en medicina de familia
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De las 62 plazas MIR ofertadas en Asturias, han quedado desiertas 12, 10 de ellas en atención primaria(Getty Images)
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Oviedo
Que el sistema de salud asturiano tiene un grave problema con el futuro de la atención primaria es un hecho. Desde hace años hemos venido conociendo los síntomas de una patología que se ha vuelto especialmente endémica en Asturias y que ha evolucionado a peor a base de una importante merma de recursos que ha colocado a la joya de la corona en una situación de insostenibilidad de aquí a poco tiempo. La falta de médicos, desde hace años, ya no es un pronóstico y poco o nada ayuda que los facultativos disponibles y formados prefieran el hospital al centro de salud.
Finalizado ya el plazo de adjudicación de las plazas MIR, el problema parece tomar un cariz distinto por el agravamiento que supone que no se hayan podido cubrir las plazas convocadas en medicina familiar y comunitaria. Si en todo el país se han quedado desiertas 200 plazas, en Asturias han sido 10 las que ningún facultativo ha querido; todas ellas en atención primaria. El dato es especialmente llamativo si se tiene en cuenta que es la primera vez, desde que en la región se dispone de una oferta de formación tan amplia, que no se logra cubrir el cupo. La situación que retrata este hecho continúa con la tendencia que los profesionales vienen denunciando desde hace años: los nuevos médicos huyen de la atención primaria “porque prefieren otros ámbitos laborales más seguros, como los hospitales”. Así lo explica el presidente de la Sociedad Asturiana de Medicina Familiar y Comunitaria, el Dr. Rubén Villa.
El Dr. Villa lo explicaba este martes en Hoy por Hoy Asturias haciendo referencia a que a ello ha contribuido la mala previsión del ministerio de sanidad “que ha puesto quizás una nota de corte demasiado alta”, añade. Por otra parte en medicina no hay problema laboral, lo que hace que el estudiante que acaba su formación tenga mucho donde elegir “y la atención primaria está dejando de ser atractiva para los nuevos especialistas”. Los jóvenes médicos que pasan por atención primaria se topan de lleno con las consultas llenas, en un entorno que es mucho más arriesgado que el hospital, donde, explica Rubén Villa “no están tan solos y se sienten más protegidos por otros compañeros y con una agenda más racional”.
Hoy por Hoy Asturias (24/05/2022)
01:40:00
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De hecho, el 70% de estos nuevos médicos acaban decidiéndose por las urgencias hospitalarias en detrimento de la atención primaria, algo llamativo porque no es para lo que específicamente se han formado. Para José Antonio Vidal, secretario general del Sindicato Médico Profesional de Asturias, que también nos acompañó en el programa, los datos muestran una situación especialmente grave “porque demuestra la desafección de toda una generación de médicos hacia una especialidad que se supone que es vertebral” dentro del sistema de salud. Sobre las causas, el Dr. Vidal destaca que la labor hospitalaria resulta más atractiva porque se basa en un sistema de trabajo diferente en que no se siente la soledad del médico de familia “porque en los hospitales se potencian más el trabajo en equipo o la tecnificación apoyándolo todo en una mejor organización”.
La pregunta es si se puede revertir la tendencia, si puede mejorar ese mal pronóstico sobre el futuro de la enferma atención primaria. Rubén Villa se muestra convencido de que “ya no se trata tanto de una solución económica sino de la necesidad de replantearse el sistema de salud, especialmente lo relativo a la atención primaria”. José Antonio Vidal pone el foco también sobre la cuestión organizativa “potenciando los equipos, haciéndolos más grandes y con mejores medios”. Además, insiste “habría que organizar las urgencias hospitalarias buscando un modelo que impida que estén parasitadas por lo urgente y lo inmediato, lo que impide que se puedan dedicar a lo grave e importante”. Y otro dato que aporta: “Formar a cada uno de los médicos internos residentes cuesta 250.000 euros. Si se nos acaban escapando, es evidente que algo estamos haciendo mal”.