Si los museos nacionales no exhibirán restos humanos, ¿qué pasará con el museo de las momias de Quinto?
En Historias de Museos abrimos debate sobre la consecuencias del nuevo compromiso ético anunciado por el Ministerio de Cultura para sus 16 museos de no mostrar restos humanos.
Zaragoza
El Museo de las Momias de Quinto recibe 8.000 visitas anuales para ver los restos excepcionalmente conservados de quienes fueron enterrados entre los siglos XVIII y XIX junto a la iglesia del Piquete, y hallados durante unas obras de reforma en 2011 y 2015. Pero en Zaragoza ha sido habitual ver las momias egipcias procedentes de las colecciones del Museo Británico.
A finales de febrero, el Ministerio de Cultura publicó una carta de compromiso para el tratamiento ético de los restos humanos en los museos estatales, afectando a 16 museos gestionados por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes. La medida establece que, como principio general, los restos humanos no deben exhibirse, aunque se contemplan excepciones en casos donde su presencia sea imprescindible para la transmisión del conocimiento y estén debidamente documentados y contextualizados.
En la sección de Historias de Museos, que coordinan los creadores del podcast "Esto no es un museo", Ana Gracia y Pablo Lafarga, hemos abierto el debate. ¿Puede este compromiso del Ministerio contagiar a otros museos y exposiciones? Por ejemplo
Entre los elementos considerados como restos humanos se incluyen huesos, momias, tejidos, órganos, embriones, fetos, piel, cabello y uñas, salvo en aquellos casos en los que estos últimos hayan sido donados o desprendidos naturalmente. Esta regulación ha suscitado un intenso debate sobre la ética y la preservación del patrimonio cultural en los museos.
Uno de los casos que ha generado más interés es el del Museo de las Momias de Quinto, donde se conserva una colección de momias del siglo XVIII y XIX, descubiertas en una necrópolis local. Encarna Moreno, guía del museo, ha explicado que esta medida no afecta al museo de Quinto por dos razones fundamentales: la exposición está perfectamente contextualizada en su entorno original y, además, el museo no es estatal, sino que depende del Ayuntamiento de Quinto.
El debate en torno a la exhibición de restos humanos en los museos ha llevado a reflexionar sobre los argumentos a favor y en contra de esta práctica. Entre los aspectos positivos, se destaca el valor científico, histórico y educativo de los restos expuestos, así como su papel en la conservación del patrimonio y en la generación de conciencia sobre la historia. No obstante, también se han señalado preocupaciones éticas, como la falta de consentimiento de las personas expuestas y la posible explotación morbosa de estos restos. La cuestión de la restitución y el tratamiento de estos elementos sigue siendo un tema candente en la museografía internacional.
Por último, se ha destacado que el Museo de las Momias de Quinto, lejos de generar rechazo, es un motivo de orgullo para la comunidad local. Sin duda, este debate continuará evolucionando a medida que los museos adapten sus políticas y reflexionen sobre su papel en la sociedad.