El “no al decretazo” y la jornada de huelga en la sanidad aragonesa
Médicos y enfermeras protestan por el nuevo modelo que propone el decreto del Salud para regular las urgencias de atención primaria en Zaragoza

Jornada de huelga en la sanidad aragonesa
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Zaragoza
Aragón y especialmente Zaragoza han vivido una jornada de huelga en los centros de salud como protesta ante el modelo propuesto por el nuevo decreto del Servicio Aragonés de Salud para reorganizar las urgencias en la atención primaria. La mañana ha estado marcada por pasillos y consultas vacías, mientras los pacientes se encontraban con la sorpresa de que sus citas habían sido canceladas sin previo aviso.
El seguimiento de la huelga ha sido objeto de controversia. Según los datos proporcionados por el Gobierno de Aragón, la participación media en la comunidad ha sido del 21,69%, alcanzando el 35,75% en la provincia de Zaragoza. Sin embargo, los sindicatos convocantes han asegurado que el respaldo ha sido masivo, llegando al 95% en Zaragoza. Durante la jornada, se han mantenido los servicios mínimos, garantizando la atención de urgencias con un equipo básico compuesto por un médico de familia, un pediatra, un enfermero, un auxiliar administrativo y un celador por turno en cada centro de salud.
Los médicos y enfermeras han mostrado su rechazo al decreto, que establece que los facultativos deberán cubrir las urgencias de los cuatro centros de especialidades con jornadas complementarias obligatorias. Esto implica que trabajarán una vez al mes y otra más cada dos meses en festivos y fines de semana, lo que, según denuncian, supone turnos de 14 horas. La falta de médicos en Zaragoza ha sido señalada como el motivo principal de esta reorganización, ya que actualmente solo 26 facultativos cubren las guardias de domingos y festivos.
El nuevo modelo del Gobierno se basa en tres ejes principales: la atención urgente se concentrará en cuatro centros específicos, se integrará en estos equipos a médicos y enfermeras que hasta ahora solo cubrían urgencias, y los médicos de familia deberán realizar jornadas complementarias, abandonando sus centros de salud a las 14:00 para atender urgencias hasta las 22:00. Los sanitarios critican que este sistema afectará a la calidad del servicio, especialmente en una población envejecida con necesidades médicas constantes.
Desde la Plaza de la Convivencia, más de 300 médicos y enfermeras han protestado frente a la sede del departamento de Sanidad aragonés, denunciando que el decreto perjudica tanto a profesionales como a pacientes. Entre las principales quejas, han señalado que se verán obligados a trabajar en turnos extenuantes, lo que afectará su capacidad de atención. Además, denuncian que el presupuesto destinado a la atención primaria sigue siendo insuficiente, a pesar de los compromisos adquiridos en la mesa sectorial de sanidad.

Anuncio de huelga en los centros de salud de Zaragoza

Anuncio de huelga en los centros de salud de Zaragoza
El personal sanitario ha resaltado que, si la situación no cambia, podría haber más jubilaciones y una fuga de profesionales hacia comunidades vecinas como Navarra, donde las condiciones laborales son mejores. Además, advierten que el nuevo sistema dificultará la agenda comunitaria y la promoción de la salud, afectando actividades preventivas y educativas que realizan en los barrios.
La huelga de hoy ha sido la primera de dos jornadas convocadas, con la siguiente prevista para el 31 de marzo. Mientras tanto, los sindicatos han pedido nuevas negociaciones para abordar las condiciones laborales y la sostenibilidad del sistema sanitario en Aragón. El futuro del decreto sigue en debate, y el personal sanitario se mantiene firme en su postura, aunque reconocen que habrá que evaluar la evolución de la situación.
Desde el sindicato CSIF, uno de los sindicatos generales que están a favor del nuevo decreto, han denunciado que la escasez de trabajadores en diferentes áreas, como sanidad y educación, está generando una sobrecarga laboral insostenible para los empleados. Aseguran que las administraciones han tardado demasiado en reaccionar y que es urgente implementar soluciones inmediatas para evitar el colapso de ciertos servicios esenciales.
Por su parte, la Federación de Barrios ha manifestado su preocupación por el impacto que esta situación tiene en los ciudadanos. Consideran que la falta de personal en sectores clave está afectando la calidad de vida de la población y que es imprescindible que las administraciones escuchen las demandas tanto de los trabajadores como de los vecinos. Desde la federación han solicitado una reunión con los responsables políticos para exponer sus inquietudes y exigir soluciones concretas.
Las asociaciones vecinales han expresado preocupaciones sobre el impacto del cambio en los pacientes. Por un lado, reconocen que existe demanda de atención por las tardes, más allá de las urgencias. No obstante, advierten que el nuevo modelo podría perjudicar a quienes tienen problemas de movilidad, al obligarlos a desplazarse a centros más alejados.
Mientras, el departamento de sanidad asegura que sigue negociando, aunque CEMSATSE mantiene, en principio la convocatoria de huelga para el próximo lunes, que si nada lo remedia será indefinida.