“Los centros de datos son edificios muy peculiares”

Zaragoza

Aragón está siendo escenario de inversiones, pero unas llaman a otras...y el efecto se multiplica. Y hay ejemplos que se las llevan todas, o casi. La empresa Tecnyconta nació en Tauste en 1993 fabricando en el corazón de las Cinco Villas prefabricados de hormigón y montando granjas ganaderas, muy habituales en la zona. Pero hoy, lo que levanta la ya multinacional Consolis Tecnyconta son las principales inversiones que protagonizan los grandes anuncios de la economía aragonesa, desde los centros de datos de Amazon hasta la ampliación de la gigantesca nave textil que está impulsando Inditex en el polígono de Malpica.

Tecnyconta se hizo grande en 2018 cuando el grupo Consolis se hizo con su capital manteniendo el domicilio y la planta de prefabricados donde trabajan 600 personas, en Tauste. Desde allí se convirtieron en uno de los líderes de este material que ahora lidera la construcción de numerosos edificios industriales. Es el caso de los centros de datos. Tecnyconta ha construido ya seis centros de datos en Aragón, todos de la firma Amazon, y dos más fuera de la comunidad, para otras marcas tecnológicas.

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"España se ha convertido en polo tecnológico, y Aragón especialmente" señala Marcelo Monteiro, CEO de Tecnyconta que describe lo peculiar que es la construcción de estos nuevos templos de la tecnología. "Son edificios muy peculiares -señala- porque contienen equipamientos muy sensibles y eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de construirlos".

Monteiro detalla que para hacer un centro de datos "hay que plantear su construcción de forma modular con alta resistencia al fuego y consiguiendo la mínima variación térmica" .

Se trata de conseguir que sean sostenibles, explica, "y para eso hemos desarrollado un producto como el "green spine line" que puede reducir hasta un 40% de la huella de carbono del edificio".

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De los datos de Amazon, a la ropa de Inditex o las baterías de VW

Pero no sólo están haciendo los centros de datos en Aragón, también otra de las principales inversiones de futuro, la nave logística que el grupo textil Inditex está levantando en Malpica. De ella, Monteiro, apenas cuenta por los estrictos contratos y cláusulas de confidencialidad a los que obligan desde el cliente gallego, pero sí describe que "este proyecto nos ilusiona muchísimo porque es, seguro, el edificio más sostenible de todas las naves logísticas que existen en este momento".

Otra obra que califica de "especial" lleva también la firma de Tecnyconta. Se trata de la gigafactoría que está impulsando Volkswagen en Sagunto. En este caso, Monteiro describe que la clave a tener en cuenta en este caso son los elevados pesos que tiene que soportar este edificio. "Los prefabricados de hormigón -detalla- se pueden adaptar muy bien y son muy flexibles en este sentido". Sobre si acabarán encargándose también de levantar la fábrica de baterías de la china CATL para Stellantis en Figueruelas ya no dice nada salvo que "llevamos más de un año trabajando en este proyecto, pero como también otras firmas de la competencia". Optimismo y prudencia a la vez.

Desde Tecnyconta se firman ahora los principales edificios de los que serán los futuros negocios en Aragón, pero este CEO advierte de que la sostenibilidad que permiten este tipo de construcciones "tiene que llegar también a la vivienda" porque "el 30% de los residuos que generamos vienen de la construcción, un sector que suma el 8% del PIB y en el que queda un largo camino para mejorar la eficiencia" describe pidiendo "equilibrar la balanza".

Ahora mismo, desde el corazón de las Cinco Villas se está dando forma a las principales inversiones anunciadas en Aragón. "En Tauste tenemos el corazón, la cabeza y el músculo -describe Monteiro- y con un empleo estable, de calidad". Presume este CEO de la conexión de la empresa con los centros de formación de la zona como una de las claves para seguir atrayendo empleo en el medio rural.

La mano de obra y el talento son importantes, pero en plena vorágine arancelaria, ¿qué pasa con los materiales?. "Nos afecta -apunta Monteiro- pero hemos conseguido mejorar la productividad y por eso apostamos".