La provincia de Huesca estudiará medidas contra las agresiones a sanitarios
La mayoría de este tipo de sucesos "no se denuncian", según señalan desde los colegios profesionales

Reunión celebrada en la subdelegación del Gobierno en Huesca

Huesca
Con motivo del Día Europeo contra las Agresiones a Personal Sanitario, el subdelegado del Gobierno en Huesca, Carlos Campo, ha presidido una reunión de coordinación entre los interlocutores policiales sanitarios de la Guardia Civil y la Policía Nacional, y representantes de la Policía Adscrita, los colegios de médicos, enfermería, farmacia y veterinaria de la provincia, la Delegación Territorial del Gobierno de Aragón en Huesca y el Servicio Provincial de Sanidad y el Salud.
En la provincia de Huesca, las agresiones a personal sanitario registradas por la Policía Nacional y la Guardia Civil han subido ligeramente. Durante 2024 se contabilizaron un total de nueve denuncias (dos más que en 2023) de las cuales tres han sido por agresión física y seis por agresiones verbales o amenazas; además, por parte de Policía Nacional, se tuvo constancia de seis agresiones que no se llegaron a denunciar.Son cifras que se han puesto sobre la mesa en la reunión, pero no reflejan la magnitud del problema. Eso defienden desde los colegios profesionales del sector.
Olga Ordás, la presidenta del Colegio de Médicos de Huesca, señala que "son solo la punta del iceberg" porque en la mayoría de los casos "se tiene miedo y no se presenta denuncia" por lo que hay una "situación de vulnerabilidad". Un mensaje que refuerza la presidenta del Colegio de Enfermería de Huesca, Carmen Tosat, que explica que este colectivo profesional es el más afectado por este tipo de incidentes que afectan especialmente a las mujeres.
El subdelegado ha recordado que, como se viene detectando desde hace tiempo, “el número de denuncias que se llegan a presentar ante la Policía Nacional y la Guardia Civil es mucho menor que el número real de agresiones”. En este sentido, Campo ha explicado que en la reunión se ha acordado poner en marcha mecanismos para que el Salud dé a conocer a los interlocutores policiales estas situaciones, aunque no se llegue a hacer efectiva la denuncia.
“Denunciar supone un paso difícil, sobre todo en entornos de cercanía entre profesionales y usuarios, pero permite visibilizar este problema. Además de no dejar la agresión sin respuesta, una denuncia sirve también para prevenir un futuro ataque que puede recibir otro sanitario, porque en muchos casos los autores son reincidentes”, ha señalado Campo.
También de la mano de los interlocutores sanitarios de la Policía Nacional y la Guardia Civil, otra de las medidas que se ha planteado en este encuentro es ofrecer de forma generalizada al personal sanitario cursos de gestión de situaciones de riesgo y de defensa personal, como el que recientemente se llevó a cabo para el personal del Hospital de Barbastro.
El subdelegado ha hecho un llamamiento “a cuidar a quien nos cuida, mucho más en un momento en el que los profesionales sanitarios están sometidos a mucha tensión laboral”. Asimismo, ha agradecido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado su labor de contacto permanente con los centros sanitarios y sus profesionales para prevenir estas situaciones.